La diputada franqueña Roya Torres (PLRA) demostró ser una verdadera “dama de hierro”, ya que a pesar de las duras críticas de la ciudadanía, su hijo y asesor personal Elías Martín Godoy Torres (19), se mantiene ensamblado al sistema de corrupción con un sueldo de G. 9,5 que recibe mensualmente como planillero de la Cámara de Diputados. El joven ingresó a la función pública mediante la fuerte influencia de la parlamentaria, que se congració con los que hoy gobiernan el país y que no son de su mismo signo político.
Pese a que su hijo atornilla en el cargo, la legisladora debió tener el decoro y la delicadeza de solicitar a la Cámara Baja que dé de baja a su hijo en la planilla de la institución, de modo a resguardar la figura del joven. Lejos de este hecho, diputada cada vez más expone a su hijo al escarnio público. Por mucho tiempo, la pareja conformada por Roya Torres, el intendente de Presidente Franco y padre del joven, Roque Godoy, no va a poder asistir a lugares públicos debido al hartazgo ciudadano.
La misma suerte corre Elías Martín Godoy Torres (19), que apartado de toda decencia y humildad humana, se aferra a un puesto público pagado por todos los contribuyentes del país, a sabiendas que no lo merece. La indecencia de la diputada Roya Torres llega al punto límite, que incluso sus propios correligionarios le pidieron a que decline de su intención de mantener a su hijo y asesor personal en el cargo, sugerencias que desoyó olímpicamente, por lo que pagará políticamente en las futuras elecciones que se presenten en el país.
La diputada Torres no solo se expone a los escraches ciudadanos, sino también a no obtener la confianza ciudadana que obtuvo en las urnas en las pasadas elecciones, cuando aún presentaba una imagen con un poco de dignidad. A gritos, la misma pide no tocar su familia, invocando derechos inalienables de todo ser humano, olvidando grosera y vilmente que también tiene obligaciones y que la ciudadanía también goza de los mismos derechos que invoca. La sepultura política y partidaria ya fue abierta por la propia diputada, sus verdugos serán sus propios correligionarios, que de manera adelantada ya la condenaron a permanecer en el abismo político.
Roya Torres desoyó a sus correligionarios, quienes se valieron de sendos pronunciamientos en su contra, por lo que no le queda de otra que sentarse en el banquillo de los acusados; si las autoridades de su partido tienen un poco de seriedad y tino político.
