La baja calidad productiva del Congreso Nacional se refleja en la Cámara de Diputados desde el 2019 y se repitió el año pasado con una pésima representación parlamentaria. “La Cámara de Diputados sigue siendo la Cámara de la vergüenza”, reprendió el diputado altoparanaense Miguel Martínez (independiente). Esta pésima gestión parlamentaria está directamente relacionada con los partidos políticos y su caída en picada por la pérdida de confianza ciudadana, sostuvo.
El legislador oriundo de Minga Guazú criticó con dureza a sus pares, especialmente de los partidos tradicionales, afirmando que en nada cambió el Congreso Nacional, pese a que la mayoría de los legisladores fueron electos en las generales del 2023. Lamentó que sus colegas no hayan hecho nada para cambiar la imagen de la institución legislativa. “Lamentablemente, esta cámara sigue siendo la misma que se arrodilla al Poder Ejecutivo. Los colegas del Partido Colorado, junto a sus aliados, mal llamados opositores, siguen recibiendo órdenes del presidente de turno, historia que se viene repitiendo con los años y el 2024 fue aun peor”, criticó.
El año pasado, antes del receso parlamentario, la Cámara de Diputados ha dado muestras de esa desconexión con la realidad ciudadana con soberbia, ignorancia y prepotencia política, aseveró Martínez. “Yo lamento profundamente que los colegas, muchos de ellos segados por sus soberbias, otros por su comodidad y otros por conveniencia, se van a la cámara solo para levantar los brazos. La Cámara de Diputados sigue siendo la cámara de la vergüenza, en nada cambió. Antes que mejorar, empeoró”, aseveró.
Martínez sostiene que el Congreso Nacional necesita de una purga generalizada, de modo a que vuelva a recuperar la credibilidad que alguna vez tuvo. “Se necesita hacer una purga general en el Congreso Nacional. Sacarles a todos aquellos funcionarios que ingresaron como cupo político; muchos de ellos son totalmente improductivo, al igual que muchos colegas. El propio presidente del Congreso no tiene la mínima delicadeza ni vergüenza y sigue contratando personas de su entorno familiar, eso es una vergüenza”, fustigó.
En cuanto a la Cámara Baja, Martínez reiteró que los oficialistas, aliados a los “satélites”, atropellan derechos de la población, al no respetar las intervenciones y opiniones de la minoría disidente. “Somos muy pocos lo que hacemos la disidencia. Después de todo, no necesitamos cantidad, sino calidad. Somos muy pocos los que cuestionamos el mal accionar de muchos colegas, pero tampoco vamos a rendirnos. Lo que busca el oficialismo es dividirnos, es debilitarnos, pero no lo lograrán porque estamos firmes en nuestros ideales, en nuestro convencimiento de seguir soñando por un país mejor; pero no el que prometió el actual presidente”, criticó.