Villalba y Genes dejaron en ridículo a los demás magistrados de sentencias. Fue al arrogarse facultades que no les competen. Habiendo apelaciones de por medio buscaron la manera para que uno de los encausados sea llevados de inmediato a la cárcel. Los citados pidieron a los miembros de la Cámara de Apelación una aclaratoria sobre la situación real de otro de los sentenciados. Los integrantes del tribunal de alzada contestaron sutilmente que no tienen legitimación para el efecto. Asimismo, dijeron que no hubo error material, expresiones oscuras y omisiones que puedan ser aclarados.
La situación real de Darwin Espínola, condenado a 8 años de cárcel, fue el punto de conflicto entre los magistrados. El hombre en la actualidad está con arresto domiciliario debido a una compleja cirugía a la que fue sometido.
El abogado Fabián Iglesias, manifestó que su defendido está sujeto a las determinaciones de la justicia. Cuando se revoque el beneficio volverá a la cárcel. Desde el inicio del contradictorio, los miembros del Tribunal de Sentencias se mostraron enojados debido a constante cuestionamiento por parte de algunos de los abogados de la defensa. Aun así no se apartaron y la defensa de Espínola inclusive planteó su absolución por total falta de pruebas. Los juzgadores en cuestión obraron de acuerdo al enojo y no llevaron en cuenta las normativas jurídicas vigentes en el país.
EL HECHO
El Tribunal de Sentencia presidido por Lourdes Morinigo e integrado por Oscar Genes y Evangelina Villalba estaba juzgado a los acusados por un hecho de robo agravado. Fijaron día y hora para la lectura de la sentencia y ahí se percataron que uno de los encausados mantenía arresto domiciliario otorgado por el tribunal de alzada integrado por Raúl Insaurralde, Nilda Cáceres y Marta Acosta.
Los encausados por la causa están identificados como Juan Gabriel Gauto, Darwin Espínola, Aldo Sosa y Ángel Zorrilla. Todos fueron acusados como autores de un asalto frustrado ocurrido el 26 de febrero de 2022, en la localidad de San Cristóbal. Los marginales trataron de asaltar una firma que se dedica a la comercialización de armas. El dueño reaccionó matando a uno de los miembros de la gavilla e hiriendo a otro.
Con relación a lo sucedido, Gauto fue condenado a 18 años de pena privativa de libertad y Espínola a 8 años. Por su parte, Sosa y Zorrilla no acudieron para la lectura de la sentencia aplicada y fueron declarados en rebeldía. Tras la lectura de la sentencia, Gauto fue conducido por unos de los pasillos cuando los jueces estaban abandonando la sala de juicio oral. En este momento manifestó que no estará eternamente privado de su libertad y que después cobrará venganza. Dos de los jueces se sintieron amenazados y denunciaron el hecho.
Los ahora prófugos de la justicia Aldo Sosa y Angel Zorrilla, estuvieron representados por la abogada Nancy Villalba.
