El Lago de la República es el corazón de abastecimiento del líquido vital para los distintos barrios de Ciudad del Este, pero diariamente sufre de contaminación. Este espejo de agua se alimenta del arroyo Amambay, cuyo cauce está repleto de desechos arrojados por los ciudadanos. La inconciencia de la población preocupa a las autoridades sanitarias, pues gran porcentaje del municipio depende de este lago para su suministro de agua, y gran parte de este no es potable.
Sixto Fretes, funcionario del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA), refirió a Radio La Clave, que una gran parte de la ciudadanía esteña aún no tiene acceso al agua potable, principalmente en la orilla del Río Paraná como los barrios Remansito, San Miguel, San Rafael, San Agustín y San Antonio; donde los pocos que sí tienen el privilegio de tener agua por parte de la Essap o Ersan, lo hacen con inconvenientes.
Al problema del abastecimiento se suma la pésima calidad de agua que llega a las casas de los usuarios, ya que el principal proveedor es el Lago de la República y que día a día recibe todo tipo de contaminantes desde varios comercios que arrojan sus deshechos al arroyo Amambay, el que lo alimenta.
“El Lago de la República es un lugar muy contaminado porque se alimenta de un solo arroyo que cruza todo Ciudad del Este para llegar ahí y recibe contaminaciones de mataderías, lavadero de vehículo, asentamiento, balnearios y otros. Ellos arrojan todo tipo de deshechos al cauce. Necesitamos que la gente tome conciencia de eso”, apuntó.
MAL TRATAMIENTO
Tanto la Itaipu Binacional como la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP) cuentan con una planta de tratamiento de agua en el Lago de la República, para luego proveer a sus miles de usuarios en la capital departamental, pero la calidad con la que lo hacen tampoco es la adecuada.
“Sabemos que el sistema de tratamiento de Itaipu y Essap no funciona muy bien, por eso a veces llega agua turbia después de una lluvia o tiene alto porcentaje de cloro y esto puede ser peligroso”, indicó el funcionario.
Para la purificación del agua es vital el uso de cloro, pues una de sus funciones principales es la eliminación de partículas patógenas, pero su uso excesivo también puede traer enfermedades en las personas, por lo cual se debe tener cuidado al momento de su aplicación. El químico puede causar irritación ocular, orofaríngea, esofagial y quemaduras gástricas.
“Muchas veces vemos que el agua aparenta estar limpio, pero llega con alto porcentaje de cloro. Al abrir la canilla ya sentimos el olor y eso es incorrecto. Para que el agua sea potable debe ser sin color, sabor ni aroma. La cantidad es hasta 0,5 de cloro por cada litro, más de eso puede ser dañino”, explicó.
La calidad del agua es una materia pendiente en Ciudad del Este y urgen que las instituciones responsables actúen en consecuencia, de manera a que toda la población esteña pueda acceder al líquido vital.
Se estima que solo el 24% de la población esteña tiene acceso al agua potable que suministra Essap y la Itaipu Binacional. Eso representa a unas 80.000 personas, aproximadamente, del total de 400.000 que viven en la capital departamental, informó el MOPC. En tanto, un gran porcentaje se autoabastece a través “de pozos someros en los patios de las casas” y a través de pequeños proveedores.