El pesebre es parte de nuestra identidad nacional, en cada hogar se prepara con esmero y amor con todos los elementos para su montaje. Tiene sus raíces en Italia. En Paraguay la tradición se adaptó con elementos locales.
Es probable que en nuestro país no exista Navidad sin pesebre, ya que es una tradición muy arraigada. El conjunto de elementos que se utilizan para montar se guarda y reutiliza año tras año, presentando alguna innovación en la decoración. Es común la utilización de materiales como barro, madera y objetos reciclados, que se adornan con frutas de estación, luces y la infaltable flor de coco.
En cada ciudad existen puntos, donde familias se dedican a la comercialización de todo lo concerniente al tradicional pesebre. Llegamos hasta la rotonda del Área 1, en Ciudad del Este. Allí conversamos con Jhonatan González, quien relató que se dedica al rubro hace varios años, siguiendo el ejemplo de su padre. Referente a la demanda, por lo general, la gente se vuelca en los días previos a su instalación, la mayoría entre el 23 y 24 de diciembre manifestó. “Siempre sale algo, pero mucho más en la semana, poquito antes de Navidad”.
TRADICIÓN
La tradición de hacer el pesebre se pasa de generación a generación. Entonces los adultos siguen enseñando a los más pequeños y jóvenes de la familia acerca del montaje del pesebre y su significativo valor, de reunir a la familia al alrededor. Según lo que puede ver por su experiencia en la venta de estas piezas, Jhonatan asegura que la tradición se mantiene firme. “A Paraguay le gusta sus tradiciones, entonces se mantiene”.
TAMAÑOS PESEBRES
Hay pesebres con diversidad de colores y tamaños, para todos los gustos. El conjunto trae aproximadamente 17 piezas, las infaltables son el Niño Jesús, la Virgen María, José, Los Reyes Magos, Estrella de Belén, animales y otros. En la exhibición se puede apreciar más de 10 tamaños. Sobre los valores, se puede conseguir el pequeño desde G. 70.000, el mediano a G. 300.000 y uno grande por cerca de G. 3.000.000.
En el caso que algunas personas deseen solo algunas piezas o la restauración de las mismas, también se puede. “Tenemos todo aquí para la restauración y para vender solo por unidad, también”. Comentó que arranca bien temprano la actividad en ese punto. “Yo estoy desde las 5 de la mañana y me quedo hasta la noche; mi papá se queda actualmente en la casa y preparara las casitas para pesebres, que también se buscan mucho, para hermosear y proteger el pesebre”.
En pocos días, nuevamente se estarán instalando los tradicionales pesebres, recordando la venida del Niño Jesús al mundo. Cada familia tiene su peculiaridad en la forma de hacer, pero la esencia es la misma, pedir un año repleto de abundancia, unión familiar y de esperanza; por un país y mundo mejor.