En una entrevista concedida ayer a Radio La Clave 103.9 FM, la senadora Esperanza Martínez, del Frente Guasu, realizó un agudo análisis sobre el primer año de gestión del presidente Santiago Peña, criticando duramente la situación económica y política del país. Según Martínez, «estamos peor, ellos son la crisis», una frase que, a su juicio, resume el sentimiento generalizado de insatisfacción que prevalece entre la ciudadanía.
Martínez destacó que el gobierno actual enfrenta serios problemas en su conducción, señalando que existe un poder paralelo al presidente que toma decisiones cruciales para el país, lo que considera un peligro para la democracia. «El presidente de la República ejerce un poder, pero otro poder que no está allí generalmente decide por el país y sus intereses, lo cual coloca al país en una situación muy peligrosa», afirmó la senadora.
En cuanto a la economía, la legisladora subrayó que la situación en el país es alarmante, ya que la gente enfrenta dificultades diarias, especialmente en el acceso a la canasta básica y a servicios esenciales como la salud y la educación. Según Martínez, «lo que comprabas hace dos meses con un dinero, hoy ya no alcanza para la misma cantidad», reflejando la disparidad entre las cifras macroeconómicas presentadas por el Banco Central y la realidad de la población.
Además, Martínez denunció que las políticas del gobierno están favoreciendo desmesuradamente a los sectores empresariales, mientras que los problemas sociales continúan agravándose. «Hay mucha protección hacia el sector empresarial para no cumplir con las reglas salariales», indicó, refiriéndose a la precarización laboral y a la falta de cumplimiento de los derechos de los trabajadores.
La senadora también cuestionó las políticas públicas del gobierno en relación a la tierra y la educación, destacando el desfinanciamiento de las universidades en favor de iniciativas que, a su parecer, tienen más un objetivo de negocio que de bienestar social. «Hambre Cero siempre tuvo más un objetivo de negocios que realmente de una política de alimentación», criticó.
CORRUPCIÓN Y ABUSO DE PODER
En cuanto a la corrupción y el abuso de poder, Martínez denunció el «copamiento de los poderes del Estado» y la impunidad con la que operan ciertos sectores económicos, los cuales gestionan el Estado como si fuera «la caja chica de una panadería». La senadora hizo hincapié en que existe un «Paraguay de privilegios» para unos pocos, mientras que la mayoría enfrenta serias dificultades para acceder a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.
Finalmente, la senadora Martínez expresó su preocupación por la creciente deuda externa, que ha aumentado significativamente en los últimos años, y cuya carga recaerá sobre las futuras generaciones. Según ella, esta deuda no se ha utilizado para mejorar las políticas públicas, sino para sostener un modelo de poder que perpetúa la desigualdad en el país.
La legisladora concluyó su intervención resaltando la necesidad de construir una nueva alternativa política en Paraguay, capaz de ofrecer una vida digna y perspectivas para el futuro a todos los ciudadanos. Sin embargo, reconoció que la fragmentación en la oposición representa un gran desafío para lograr la unidad y cohesión necesarias para enfrentar al modelo de poder actual.
Con estas duras críticas, la senadora Esperanza Martínez no solo ofreció una evaluación negativa del primer año de gestión de Santiago Peña, sino que también dejó entrever que el camino hacia un cambio real en Paraguay será largo y difícil, pero imprescindible para alcanzar una verdadera justicia social en el país.