
En un operativo conjunto de las fuerzas de seguridad internacionales, Rodolfo José «El Ruso» Lohrmann, considerado uno de los principales sospechosos de la desaparición de Cristian Schaerer, fue capturado en la ciudad de Alicante, España. Lohrmann estaba prófugo desde el 7 de septiembre de 2024, cuando logró escapar de la prisión de máxima seguridad Vale de Judeus, en Portugal.
Lohrmann fue detenido junto a otro criminal con pedido de captura, el británico Mark Roscaleer, quien también se había fugado de la misma cárcel en Portugal. La captura representa un duro golpe para el crimen organizado, ya que «El Ruso» es conocido por su historial delictivo, que incluye delitos de asociación para delinquir, lavado de activos, robo a bancos, tenencia de armas prohibidas, falsificación de documentos y hurto calificado.
El delincuente argentino estuvo prófugo durante 14 años junto a su cómplice José «Potrillo» Maidana, ambos acusados de haber secuestrado al joven estudiante correntino Cristian Schaerer el 21 de septiembre de 2003. Desde entonces, la familia de Schaerer lucha incansablemente por obtener justicia, aunque hasta la fecha el paradero del joven sigue siendo un misterio.
Lohrmann había sido capturado en 2017 y estaba alojado en la prisión portuguesa a la espera de su extradición a Argentina. Sin embargo, su fuga en septiembre de 2024 puso nuevamente en alerta a las autoridades, que finalmente lograron dar con su paradero en España. Según fuentes oficiales, la detención fue resultado de un minucioso trabajo de inteligencia y coordinación entre agencias internacionales, que incluyó el rastreo de movimientos financieros y el seguimiento de contactos cercanos al fugitivo.
Tras su captura, Lohrmann será trasladado nuevamente a una cárcel de máxima seguridad para continuar cumpliendo su condena de 20 años. Mientras tanto, las autoridades argentinas analizan los pasos a seguir para solicitar su extradición y que finalmente enfrente la Justicia en su país de origen.
El caso de Cristian Schaerer sigue siendo una herida abierta en Argentina. El joven de 21 años fue secuestrado en la puerta de su casa en Corrientes, en 2003, y desde entonces su familia no ha cesado en la búsqueda de la verdad. Su desaparición se convirtió en uno de los secuestros más resonantes del país, debido a la impunidad con la que operaron sus captores y la ausencia de pistas concretas sobre su destino.