El vicepresidente de la República, Pedro Alliana (ANR), estuvo el sábado último en su natal Pilar, donde aseguró que su hija Monserrat Alliana no renunciará al puesto laboral que tiene en la Cámara de Diputados, como comisionada del Ministerio de Justicia. Inicialmente la joven percibía un salario mensual de G. 6.100.000, pero ahora percibe G. 18.274.300. Para el segundo del Ejecutivo, no se trata de nepotismo. De manera soberbia expresó que ya no quería tratar más el tema. “No va a renunciar de ninguna manera. No vemos nosotros como un caso de nepotismo ahí, así es que esa es mi declaración”, expresó.
La hija mayor del vicepresidente, Monserrat Alliana (25), recientemente defendió su tesis y pasó de ganar G. 6 millones en el Ministerio de Justicia a G. 18 millones, tras ser comisionada a la Cámara de Diputados. De acuerdo a los datos, a Monserrat se le inventó una coordinación en la Cámara Baja, en tanto que el monto que gana es similar al salario de un director. Ante las consultas de los medios de prensa, la joven se limitó a responder que pueden solicitar información a la función pública y que ella está cumpliendo funciones.
De igual modo, el vicepresidente Alliana tiene otros consanguíneos en estamentos estatales, como el caso de su cuñado Daniel Souto Ortiz, hermano de la diputada Fabiana Souto, con el cargo de director en la Vicepresidencia de la República. Este ya había estado con él cuando se desempeñaba como presidente de la Cámara de Diputados.
La Cámara de la vergüenza cada vez gana más fuerza con este tipo de situaciones y peor aún, cuando el que debería dar un buen ejemplo, envía mensajes de todo lo contrario en un momento donde se da un alto índice de desempleo. Mientras tanto, los que actualmente ejercen el poder cada vez “están mejor”.
De esta manera y sin ningún pudor, el segundo del Poder Ejecutivo trata de ignorante a la población paraguaya, negando que la contratación y posterior comisionamiento de su hija, en un poder del Estado, no es nepotismo.