
La maquiladora Hoahi S.A., propiedad del empresario chino Long Jiang, volvió a ser denunciada por reiteradas violaciones al Código Laboral paraguayo. Durante el fin de semana, empleados de la firma se manifestaron para denunciar despidos arbitrarios, falta de pago de turnos nocturnos y condiciones laborales precarias, en un clima de presión constante y amenazas. Según las denuncias, el propietario de la empresa goza de “inmunidad” gracias a sus influyentes amistades políticas, entre las que se incluyen incluso al vicepresidente Pedro Alliana.
Según dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Hoahi (Sitrahoahi), la empresa ha intensificado los despidos injustificados sin pagar las liquidaciones correspondientes. «Están despidiendo otra vez un montón de gente y no le están pagando. Los funcionarios trabajan turno noche y no les reconocen el pago adicional. La patronal dice que en Hoahi no se trabaja de noche, pero sí se trabaja: se entra a las 17:00 y se sale a las 05:00 de la mañana, son 12 horas de labor», denunció un dirigente sindical.
El Código Laboral paraguayo establece un recargo del 30% sobre el salario para quienes trabajan en horario nocturno. Sin embargo, la empresa ignora esta disposición y paga a los empleados del turno noche lo mismo que a los del horario diurno. A esto se suman presiones para que los trabajadores acepten pagos muy por debajo de lo que les corresponde legalmente al momento del despido. «Nos obligan a aceptar las migajas que nos ofrecen porque la gente ya no tiene dinero para sobrevivir», manifestaron los afectados.
RED DE PROTECCIÓN E IMPUNIDAD

Lejos de enfrentar sanciones, Long Jiang parece gozar de una red de protección política que le permite operar impunemente. Fuentes señalan que un conocido abogado gremialista sería el intermediario entre Jiang y el vicepresidente de la República, Pedro Alliana. Gracias a esta conexión, Jiang no solo habría evadido sanciones laborales, sino que también se habría beneficiado con licitaciones públicas multimillonarias, como una reciente adjudicación estatal por más de 30 millones de dólares.
El empresario sería considerado un hombre clave en la estructura de poder de Alliana, quien aspira a la presidencia en 2028. El caso de Hoahi S.A. es una muestra del tráfico de influencias que permite a empresarios inescrupulosos operar al margen de la ley. La maquiladora, que emplea a más de 1.300 trabajadores, enfrenta denuncias por jornadas extendidas sin pago de horas extras, despidos arbitrarios, restricciones al uso de sanitarios y condiciones insalubres. Sin embargo, las autoridades han desestimado sistemáticamente las quejas.
En un hecho que generó indignación, el Gobierno paraguayo reconoció en 2024 a Hoahi S.A. por su «aporte a la creación de empleo», en un aparente intento de blanquear su imagen. Esta distinción, presumiblemente promovida por el propio Alliana, contradice las múltiples denuncias de explotación laboral y pone en entredicho el compromiso estatal con la justicia y los derechos de los trabajadores.
La impunidad con la que opera Long Jiang y la pasividad del Ministerio de Trabajo evidencian la falta de voluntad política para enfrentar estas irregularidades. Mientras los empleados de Hoahi sufren abusos constantes, el sistema de corrupción e impunidad sigue beneficiando a quienes violan sistemáticamente la ley en detrimento de la clase trabajadora.