El proyecto de ley presentado por el senador José Oviedo (Yo Creo) para reducir la carga laboral semanal de 48 a 40 horas en el sector privado, genera un debate sobre la viabilidad de su implementación en Paraguay y sus posibles implicancias. Ruth Pereira, country manager de Great Place to Work, analizó la propuesta y destacó los retos y compromisos necesarios para adoptarla de manera exitosa.
En la exposición de motivos del proyecto, Oviedo menciona que el promedio mundial de jornadas laborales se sitúa en 42,36 horas semanales, y que el 67,36% de los 144 países tienen jornadas de 40 horas o menos. Solo el 24,31% mantiene cargas de 48 horas o más, como ocurre actualmente en Paraguay.
La normativa propone un ajuste gradual a lo largo de cuatro años, comenzando con 46 horas semanales en el primer año, hasta llegar a las 40 horas al cuarto año. Además, establece horarios diferenciados para trabajos diurnos, nocturnos, mixtos y para menores de edad, entre otros.
En conversación con el programa Contrarreloj de Radio La Clave 103.9 Fm, Pereira destacó que, aunque la reducción de la jornada puede ser positiva, muchas empresas aún no están preparadas para implementarla. “Hay que entrenar a los líderes y organizar las tareas dentro de ese horario”, señaló, enfatizando que el cambio requiere un compromiso mutuo entre empleadores y trabajadores.
Según la experta, la flexibilidad es clave para que este modelo sea efectivo. “Hay organizaciones que ya aplican políticas de flexibilidad, pero el colaborador también debe comprometerse a entregar lo mejor de sí”, afirmó. Para que la reducción horaria no impacte negativamente en la productividad, será clave un esfuerzo conjunto para reorganizar procesos y fomentar un liderazgo más eficiente.
INCENTIVOS
Además de la gradualidad en la reducción horaria, el proyecto incluye incentivos para empleadores que adopten las 40 horas desde el primer año. Asimismo, delega al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social la tarea de reglamentar las disposiciones en un plazo de tres meses tras su aprobación.
El modelo propuesto busca equilibrar las particularidades de diferentes sectores laborales, contemplando jornadas más cortas para actividades insalubres y para menores de edad. En el caso de trabajos rurales, se permite un máximo de 49 horas semanales al incluir horas extraordinarias.
El proyecto de ley para reducir la jornada laboral es un paso hacia la alineación de Paraguay con estándares internacionales, pero su implementación plantea desafíos importantes. Como señala Pereira, no se trata solo de reducir las horas, sino de construir una nueva cultura organizacional basada en la eficiencia y la confianza. La gradualidad propuesta podría facilitar esta transición, pero el éxito dependerá de la capacidad de adaptación de empresas y trabajadores