En el resurgir de este medio pionero de la comunicación escrita, es absolutamente gratificante poder alcanzar el primer año de labor encaminada a generar información veraz, y ser parte vinculante entre el acontecer diario y los preciados lectores.
Doce meses de dedicación y entrega, resultantes en el respaldo fiel de seguidores, que nos permite ir forjando el espíritu de emprender desde la prensa. Voluntad y amor en lo que se hace, desde la captación de información, hasta su puesta en imprenta.
Un medio de comunicación que renace siempre tropieza con desafíos mayores, pero que han sido motivadores para romper pesimismos, valiéndonos de fe con esfuerzo para ocupar el sitial de preferencia como diario regional.
No siendo solo una expresión de deseo, observamos la concreción progresiva del protagonismo informativo en el día a día de periodistas que están en los momentos decisivos del acontecer regional y nacional.
Sentimientos expresados por ciudadanos y realidades puestas a la luz de la opinión pública dan fe del trabajo serio de este medio de prensa, componente de un conglomerado informativo de alta relevancia regional.
Los miles de lectores que ganamos en este tiempo, nos muestra que el camino trazado cumple con el objeto de dar a conocer los hechos como son, sin alteración, dejando claro opiniones y puntos de vistas. La disparidad de criterios tiene los mismos rigores y espacios. Crecemos al ritmo de la consideración ciudadana.
Los pasos dados en este transitar de la comunicación, dejan lecciones en lo profesional así como en lo humano, por lo que cada una de ellas, son tomadas con la debida importancia aleccionadora.
Como Diario Vanguardia, comprendemos con meridiana claridad que no solo cumplimos roles de meros observadores dentro de la estructura social, sino de engranaje importante a la hora de dar respaldo a inquietudes ciudadanas, de ser defensores de lo genuinamente correcto. La función social de la prensa necesariamente radica en prestar atención hacia sectores vulnerables y desamparados, no con tinte amarillista, sino bajo el deber de hacer algo en pos de disminuir desigualdades humanas.
Asumimos en este tiempo el compromiso irrenunciable de retratar los sucesos sin miramientos, sesgados únicamente hacia lo debido, esperado y deseado. Los puntales de labores periodísticas no pueden ser renunciados, independientemente a presiones en contra.
La apertura es también obligación, por lo que en la misma medida de espaldarazos recibidos, damos valor a toda crítica constructiva. Lo impensado es sucumbir ante amenazas y descrédito de inescrupulosos.
El estar a la vanguardia de la información se edifica no solo con la perspectiva de excelencia profesional, sino desde la concepción de valores que hacen del grupo humano una familia que con el paso de los meses se afianza y adquiere sentido de pertenencia.
Todo logro, como estar en la consideración comunitaria de guía informativa, es de inimaginable trascendencia, pues al igual que cada persona, cada emprendimiento, la austeridad también acompaña al rubro. Pero no es menos cierto que esta humildad ayuda a mirar más allá de retóricas del poder, pues no solo se hacen observaciones frías, sino se vivencia el quehacer del pueblo.
Canillitas, administrativos, técnicos, fotógrafos, redactores, editores y jefes, conjugan sus mejores esfuerzos para estar siempre en guardia, apostando por la innovación que trasciende fronteras del papel para mostrarse al mundo digital.
Este aniversario sirve para mirar el camino andado y ser trampolín motivante para encarar nuevos desafíos, con el ímpetu requerido, con las mismas ganas de crecer y de mejorar para nuestros lectores.
Año de sueños y de deseos compartidos, por lo que desde este apartado, conscientes de la gran responsabilidad en el ejercicio del periodismo escrito, nos hemos permitido líneas para expresar nuestra idea del trabajo, de deberes y obligaciones de todos, y de propósitos de pronunciar sin términos medios lo indebido. La autocrítica es también obligación, no rehuyendo de ello, pues no existen fórmulas humanas infalibles.
Seguro estamos que se puede construir realidades distintas, como aquellos logros y acciones de gente de bien que hemos plasmado en las páginas del medio, y que seguirán resaltándose para multiplicar el orgullo de ser paraguayos, y ejemplos de que en esta tierra roja bendecida existen seres humanos patriotas y forjadores de mejores tiempos.
Sostenemos que esta es la senda correcta, donde los principios éticos están por sobre intereses profanos, y que con esfuerzos adecuados y fe, seguiremos estando siempre en guardia.
Nos congratulamos primordialmente porque nos adoptaron como compañeros de trabajo, de causas y de ideales. Llegar a sus hogares y formar parte de su diario vivir, es el mayor premio a esa visión de los que desafiamos propias limitaciones para reinsertar al pionero medio en el contexto noticioso. Hoy compartimos los parabienes, mediante nuestros amables lectores.