El distrito de Minga Porã se volvió epicentro de peleas callejeras, desmanes y otros hechos de perturbación de la paz pública, principalmente los fines de semana. La ciudadanía está harta de la situación y cuestionó la inacción de la Policía Nacional, que alega que no existe una ordenanza en el distrito para actuar en consecuencia. Pero el argumento es inválido, pues las leyes que rigen en el país están por encima de cualquier ordenanza y deben aplicarse.
En el centro urbano existen varios locales gastronómicos y también un local bailable donde se juntan jóvenes de varios distritos de la zona norte. A partir de la madrugada empiezan las peleas callejeras, roturas de botellas, destrucción de cartelerías y otros actos de vandalismo. Los vecinos del sector indicaron que en más de una ocasión vieron a los agentes policiales de la Comisaría 15 observar todo desde lejos, sin hacer absolutamente nada para restablecer el orden público.
El concejal Walter Espínola, explicó que Minga Porã cuenta con ordenanzas que reglamentan el trabajo de bares y locales nocturnos, la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad y el reglamento general de tránsito para las motocicletas dentro del distrito. Pero no hay reacción de los encargados de la seguridad y el orden público.
“Este fin de semana se viralizó un video donde se ve a los policías mirando mientras los jóvenes se tomaban a trompadas, les reclamamos porque antes era la falta de patrulleras, luego el combustible y ahora dicen que la cantidad de personal es limitada. Son 10 y se dividen 5 en cada turno, con eso ampliamente son sobrepasados por los vándalos que generan disturbios en las calles”, reclamó el titular del legislativo municipal.
También desde los días jueves están los que hacen la competencia con las motos con escape libre o “boca 8”, la mayoría menores de edad. Los domingos los inadaptados empiezan con el ruido infernal desde la media mañana. El distrito cuenta con una ordenanza que reglamenta y sanciona estos actos, pero no tiene agentes de la Policía Municipal.
“Yo estoy de acuerdo que la gente se divierta, con los amigos, con la familia, con la novia, esto es algo sano y bueno para todos, también para los frentistas o lugares de ventas de comida. Entiendo que la Policía Nacional no puede controlar todo, pero puede realizar una tarea preventiva, principalmente en horas de la madrugada. Creo que juntos podemos lograr un equilibrio, el comercio gastronómico está ampliándose en Minga Porã”, insistió el presidente de la Junta Municipal.
CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN
La municipalidad inició una campaña de concienciación para tratar de frenar más hechos de vandalismo en las calles, pero duró pocos días. Se colocaron basureros para poner todas las latas y botellas de las bebidas que consumen, sin embargo, a pocas cuadras ya se ven cantidades de desechos en las calles y los días domingos en horas de la mañana, muchos de los jóvenes están tirados en las calles durmiendo tras las peleas, mientras la ciudadanía debe buscar espacios para llegar a la iglesia.
La concurrencia en los locales nocturnos y gastronómicos es permanente y algunos pioneros lamentaron que muchos digan “vamos a Minga Porã para mirar peleas”, por eso insisten con sus autoridades municipales y la Policía Nacional para frenar los grescas, donde pueden haber consecuencias más graves.