Una comitiva fiscal-policial llegó hasta una casa ubicada en la zona conocida como Zanja Morotí, en el distrito de Itakyry, donde Silvio Fiedler estuvo en cautiverio por dos días. La vivienda pertenece a la familia de uno de los detenidos y está deshabitada hace varios años, según la policía.
La intervención fue encabezada por la agente fiscal de la Unidad Especializada Antisecuestro, abogada Zunilda Ocampos, y el Subcomisario Edgar Galeano, quienes llegaron al lugar guiados por tareas de inteligencia.
La vivienda, situada en medio de una plantación de soja y deshabitada desde hace años, pertenece al suegro de Joao Batista, uno de los primeros detenidos en relación con el caso. Actualmente, la propiedad es arrendada por un agricultor local, aunque la casa en sí está vacía. Investigaciones preliminares señalan que uno de los secuestradores conocía bien el lugar y sabía que estaba desocupado, lo que facilitó la elección del sitio como escondite temporal.
Dentro de la vivienda, se encontraron indicios que confirman su uso como lugar de cautiverio. La víctima relató que escuchó cómo se forzaba la puerta con golpes, lo cual fue corroborado por las autoridades durante la inspección de hoy. Hasta el momento, tres personas permanecen detenidas, presuntamente con vínculos directos al secuestro de Fiedler, y no se descarta que haya más implicados.