Si bien el pésimo estado de las calles y principales avenidas de Ciudad del Este no es una novedad, a diario se pueden observar innúmeros puntos donde la situación es alarmante y genera preocupación e incluso miedo. Es el caso de la doble avenida Bicentenario del barrio La Blanca, específicamente en la zona del puente situado sobre el arroyo Acaraymi, que con un pequeño chaparrón prácticamente se desborda y destruye todo a su paso, llevando incluso parte del asfalto, generando un enorme y profundo cráter que podría resultar una trampa mortal.
Esta situación ya se hizo prácticamente costumbre entre los vecinos y los alumnos de la Escuela Básica Nº 2972 “Sagrada Familia”, que con cada lluvia se ve invadida por las aguas en gran parte del patio. Las correntadas toman fuerza y muchas veces se vuelven violentas, poniendo en riesgo la seguridad e incluso la vida de los niños.
Los vecinos indicaron que en varias ocasiones solicitaron el apoyo de las instituciones y pese a que constantemente se realizan jornadas de limpieza, el problema persiste, ya que al parecer se trata de algo estructural que debería realizarse por varios kilómetros, atendiendo que el cauce del arroyo tiene una gran extensión y la erosión es inevitable.
La zona en cuestión cuenta con un puente ubicado frente a la escuela y la parroquia Sagrada Familia, cuyas barandas fueron arrastradas por los aguas cuando se registraron intensas lluvias, por lo que cruzar el lugar se vuelve un verdadero peligro para los transeúntes, así como para los conductores, principalmente en horas de la noche.
Los niños que viven en las inmediaciones y van caminando a la escuela, cruzan el pequeño pero peligroso tramo, diariamente. El lugar es bastante concurrido, atendiendo que se encuentra en frente de la parroquia del barrio, donde permanentemente llegan los feligreses.
Los moradores aseguraron que hasta hace poco tiempo el agujero era pequeño, pero que en un par de semanas aumentó de forma considerable, teniendo alrededor de 4 metros de diámetro y una profundidad de 5 a 6 metros. El peligro que representa es inminente, ya que no cuenta con ningún tipo de advertencia ni señalización, por lo que urge que las autoridades municipales solucionen el problema.
