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Escuela se cae a pedazos, pero no es prioridad en Minga Guazú

El techo y las paredes de una sala se encuentran en desastroso estado por causa de los efectos de la humedad.

Las goteras están en cada sala de clases de la Escuela Básica N° 5498 “Doctor Manuel Domínguez”, del Km 15 Monday de Minga Guazú, ya que la institución nunca pasó por un mantenimiento desde su creación en 1996. Hay partes que los tirantes se resquebrajan y en días de lluvia los alumnos se  exponen a que el agua ingrese a los sistemas eléctricos, exponiéndolos a accidentes fatales. Sin embargo, no son tenidos como prioridad para la ejecución de obras.

El director de la casa de estudios, Ignacio Brizuela, dijo que todos los años arriman el pedido para la reparación del techo, pero nunca son tenidos como prioridad dentro de la micro planificación. Las escuelas beneficiadas son las 10 primeras seleccionadas y “Manuel Domínguez” queda en el puesto 18 o 20. Las beneficiadas suelen ser instituciones que no tienen urgencia en la reparación de sus instalaciones.

“Con los padres de familia buscamos que un constructor venga a ver la forma de arreglar el techo, intentó, pero luego desistió. Nos dijo que ya no hay condiciones, que las tejas son demasiado antiguas, se curuvican al menor contacto y urge un cambio total”, explicó el docente, quien dijo que el intendente Diego Ríos no tiene en cuenta los reiterados pedidos de la comunidad educativa.

Las vigas de uno de los pabellones están en deplorable estado y podrían colapsar en cualquier momento.

El año pasado estuvieron en audiencia pública en la Junta Municipal, donde recibieron el compromiso de gestionar lo referente al pedido, pero todo quedó en la nada. Asimismo, la concejal Laura Barreto les dio un aporte de G. 500 mil, pero a cambio pidió acompañamiento a reuniones y otras actividades políticas encaradas por ella, lo que no cayó bien entre los padres de familia.

En varias salas de clases, los efectos del agua han destruido las paredes y las vigas están resquebrajadas, siendo un verdadero peligro para los alumnos, por la posibilidad de un derrumbe. Cuando llueve, los chicos prácticamente ya no van a la escuela, porque no pueden estar dentro ni fuera de la clase.

“No sabemos qué quieren que hagamos para que atiendan nuestro pedido. El intendente nos prometió, una vez vinieron a mirar nuestra escuela, pero de eso no pasó. Recurrimos a la Gobernación y a Itaipú, pero no tenemos retorno y para este año necesitamos también sillas pedagógicas que fueron todas destruidas por humedecerse con cada lluvia”, explicó el director.

Todo el techo de la escuela debe ser cambiado porque el material ya perdió su vida útil.

TAREA DE LOS PADRES A PURO PULMÓN

Los padres de familia, miembros de la Asociación Cooperadora Escolar, son el soporte principal en la comunidad educativa. Construyeron un cercado perimetral de unos 90 metros con fondos recolectados con festivales, polladas, bingos y otras actividades que han desarrollado durante el año.

Desde la semana  pasada están limpiando la escuela, cortando las malezas del patio, poniendo en condiciones algunos pupitres para que los niños puedan usar a la espera de contar con la provisión de más muebles, que han solicitado a la municipalidad.

Una preocupación de todos es el ingreso permanente de adictos al predio de la institución, quienes llevan todo lo que pueden. La escuela contaba con cámaras de seguridad que adquirió la ACE, pero fueron rapiñadas por los “chyrys” que deambulan por el sector.

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