
Por suministro de estupefacientes en lugares de reclusión, asociación criminal y otros, fueron acusados los funcionarios penitenciarios de Ciudad del Este. La aprehensión de los mismos se produjo la semana pasada tras la persecución de una furgoneta que entró de manera presurosa en la cárcel local. Posterior a eso fueron incautadas drogas, bebidas alcohólicas y otras sustancias prohibidas.
El procedimiento estuvo encabezado por el agente fiscal Manuel María Rojas Rodríguez, quien estuvo acompañado por agentes policiales del Dpto. de Automotores. Entre los detenidos se encuentran dos hombres que estaban en la furgoneta utilizada para el ingreso de las drogas. Los más comprometidos son Rubén Ireneo Lombardo Cristaldo y Francisco Javier Ramírez Torres.
El primero de los citados se desempeñaba como director del penal y el otro como jefe de seguridad.
Los encausados que formaban parte del plantel de funcionario de la institución penitenciaria, fueron enviados a la cárcel regional de Coronel Oviedo. Cabe destacar que Lombardo Cristaldo fijaba residencia en la referida localidad.
La ley 1340/88 y sus modificaciones, prevé pena de hasta 25 años para los procesados por las causas que se le atribuyen al ex director del penal y a su principal colaborador.
Cabe destacar que Ramírez Torres contaba con orden de captura pendiente dictada por un juzgado de Caaguazú. De acuerdo a los datos, estuvo involucrado en un hecho de asalto. Aun así, fue reubicado en un cargo de confianza en el penal local por el ahora también ex director.
Otros datos que se vienen manejando desde hace mucho tiempo se refieren a la actividad ilícita de numerosos parientes de Ramírez Torres. Su madre de nombre Mercedes, que posee una casilla frente al reclusorio, sería una de las encargadas de proveer drogas a los internos. Además, otros hermanos suyos fueron contratados para prestar servicios en la institución.