
Emilia Britos, exfuncionaria de la maquiladora Hoahi S.A., reveló ayer graves irregularidades laborales y tratos inhumanos por parte de la empresa administrada por el empresario chino Long Jiang. A través de su testimonio, reveló un panorama de explotación que afecta a cientos de trabajadores paraguayos, sumidos en jornadas extenuantes de trabajo, restricciones abusivas y condiciones indignas. El oriental, que recientemente fue “reconocido” por el gobierno paraguayo por crear fuentes de trabajo, está expandiendo sus influencias en el país, inclusive auspicia viajes de políticos a China Continental y gana millonarias licitaciones con otras empresas suyas, con contratos hechos “a medida” y que eliminan a la competencia nacional.
Despedida el 19 de octubre del año pasado, Britos aseguró que la causa de su destitución fue su intento de formar un sindicato para denunciar las constantes violaciones laborales dentro de la empresa. “Me liquidaron por querer armar un grupo sindical. No querían saber nada de eso y me ofrecieron solo 13 millones de guaraníes como indemnización por cuatro años de trabajo, lo cual no acepté. Ahora estoy en demanda judicial”, relató.
Entre las irregularidades más alarmantes, Britos destacó que los empleados debían trabajar turnos de 12 horas, en muchos casos de pie, y con la limitación de ir al baño solo dos veces durante toda la jornada. Además, los sanitarios contaban con cámaras de vigilancia, una violación flagrante a la privacidad de los trabajadores. “Si querías ir una tercera vez, tenías que pedir una llave y anotarte. Eso es humillante”, denunció.
La situación se agrava con el trato deshumanizado hacia quienes intentan exigir sus derechos. Britos relató la existencia de un “sector de castigo”, un espacio sin ventilación donde los empleados eran enviados como represalia. “Ahí te mandaban para que renuncies. Es como un calabozo. Además, constantemente te lavaban el cerebro para aceptar liquidaciones mínimas”, explicó.
Según Britos, más de 60 funcionarios fueron despedidos tras conocerse su intención de formar un sindicato. “Si se enteran de que estás en el grupo, te liquidan directo. Solo les interesa que produzcas. Como persona, no valés nada”, afirmó con indignación. Otro de los aspectos que Britos denunció fue el acoso sexual sufrido por compañeras de trabajo. “Me contaron que los chinos y algunos jefes paraguayos acosaban constantemente a las mujeres. Es una situación de abuso que nadie quiere denunciar por miedo a represalias”, agregó.
La falta de contacto con el exterior durante los turnos laborales también evidencia el aislamiento al que son sometidos los trabajadores. “Desde las 16:00 hasta las 05:30 del día siguiente estás incomunicado. No te permiten usar teléfonos ni saber si ocurrió algo con tu familia. Estás como desaparecido”, explicó Britos.
Las denuncias apuntan no solo a Long Jiang, sino también a los administradores paraguayos de la empresa, quienes, según Britos, actúan al servicio del empresario oriental. “Ellos también son responsables. No hacen nada para mejorar las condiciones laborales y solo buscan mantener el control a cualquier costo”, señaló.

Hoahi S.A. no es la única empresa del empresario Jiang bajo cuestionamientos. Su creciente influencia en Paraguay y las condiciones laborales en sus demás firmas, como Kamamya S.A., han generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos laborales.
Emilia Britos y decenas de trabajadores afectados exigen la intervención del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que hasta ahora se ha mostrado ausente en la supervisión de estas empresas. “Las condiciones que vivimos son inhumanas. El gobierno debe actuar y hacer cumplir el Código Laboral Paraguayo”, enfatizó Britos.
CHINO ROJO EXPANDE SU
INFLUENCIA EN EL PAÍS
El empresario chino Long Jian actualmente enfrenta serios cuestionamientos por prácticas laborales irregulares y por su creciente influencia en el gobierno paraguayo. A pesar de numerosas denuncias de explotación laboral y condiciones precarias en su fábrica textil, recientemente ha sido beneficiado con licitaciones multimillonarias en Itaipú Binacional y hasta ha recibido reconocimientos oficiales, lo que pone en evidencia sus estrechos vínculos con altas autoridades del país.
A pesar de las graves denuncias, Hoahi S.A. fue reconocida en 2024 como una de las principales generadoras de empleo por la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay, con el respaldo del gobierno. Este galardón contrasta con los informes de explotación laboral.
Recientemente Jiang ha estado involucrado en millonarias licitaciones del Estado, siendo la más reciente una subasta a la baja electrónica de Itaipú Binacional para la provisión de mobiliario escolar, por un valor de Gs. 276.348 millones (más de US$ 35 millones). La empresa Kamamya S.A., en la que Jian es accionista principal, ganó la licitación a pesar de no cumplir con todos los requisitos técnicos establecidos, según denuncias presentadas por competidores nacionales y quejas de la Asociación de Metalúrgicos del Paraguay.
El proceso fue criticado por especificaciones técnicas imposibles de cumplir por la industria local, favoreciendo el uso de materiales importados de China. Además, se cuestiona la falta de antecedentes de Kamamya S.A. en la fabricación de muebles, pues su experiencia principal radica en la producción de frazadas.