Los líderes de la comunidad indígena Arroyo Guazú de Minga Porã, denunciaron a los excaciques del lugar de lucrar indebidamente con la tala de árboles nativos que conservan en la zona. Al menos 3 hectáreas de diversas especies fueron destruidas para cultivar eucaliptos, pero lograron frenar el avance de las máquinas, con el compromiso de no echar ni un árbol más, o de lo contrario, actuarán de manera más severa.
Aldo Martínez es uno de los caciques de Arroyo Guazú y el principal denunciante de la tala de especies nativas, sindicando como responsables a los hermanos Ladislao y Marcelino Portillo. El líder de la comunidad Avá Guaraní contó que un área importante fue declarada patrimonio natural, pero pasaron por alto para iniciar la deforestación.
Con motopalas y otras maquinarias, echaron las viviendas precarias y acabaron con la sombra que recibían otras, para mecanizar la tierra y plantar eucalipto. Martínez dijo que llegaron a un consenso entre todos los líderes y los hermanos Portillo, quienes no avanzaron con sus intenciones, pero están en la mira de la comunidad.
“En consenso decidimos que no vamos a tomar medidas más severas, pero si reinciden se resolverá de la misma manera y también vamos a ir hasta el Ministerio Público, porque sabemos que eso no se hizo gratis, avasallando a las demás personas. Esto afectó a al menos 600 casas y también una importante parcela de tierra que son parte de los cultivos”, explicó el cacique Aldo Martínez.
Hasta el momento, la zona deforestada quedó sin maquinarias en el lugar y sin hombres trabajando para los monocultivos. El líder indígena fue consultado si los hermanos Portillo no pueden ser expulsados de la comunidad por este proceder, explicando que ambos son libres y no pueden ser desterrados. Asimismo, prefirió no ampliar detalles sobre los posibles pagos que recibieron para echar los árboles nativos y se limitó a decir que probablemente nada fue gratis.
La Ley Nº 6676/20 prohíbe las actividades de transformación y conversión de superficies con cobertura de bosques en la región oriental, que en instancia administrativa dispone sanciones impuestas por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto Forestal Nacional conforme al ámbito de su competencia, mientras que en el ámbito judicial establece un castigo con una pena privativa de libertad de 3 a 8 años.
LA COMUNIDAD ARROYO GUAZÚ
La comunidad indígena abarca los distritos de Itakyry y mayoritariamente Minga Porã, donde se dedican al cultivo de granos, combinados con la agricultura familiar y el trabajo comunitario que abarca siete barrios con distintos caciques.
Martínez dijo que en coordinación con el Instituto Paraguayo del Indígena y la Itaipú Binacional, deben habilitar en los próximos días un servicio de agua potable para unas 70 familias de la comunidad, en una primera etapa. Luego deben llegar a las comunidades de Jugua´i, Azul y otros.
“Para nosotros esto es muy significativo, porque en años anteriores se colocó un tanque, luego se rompió y quedamos en la nada, aunque hay familias que tienen el pozo de agua, muchos se surten de nacientes y arroyos para su consumo y aseo personal”, explicó el cacique Aldo Martínez.
Un reclamo de la gente de Arroyo Guazú es la provisión de víveres, que semanas atrás se llevó al grupo que está en Itakyry, pero más de 450 familias fueron dejadas de lado. Aparentemente, la distribución coincidió con el día de gobierno del gobernador César “Landy” Torres en el vecino distrito. En la comunidad indígena reclaman el suministro de los víveres para todos por igual.