
Los faenadores de Ciudad del Este y la región denuncian una persecución por parte de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), que estaría incautando carne de producción local bajo argumentos administrativos para luego solicitar sobornos a los trabajadores.
Así lo manifestó el ingeniero Simón Ortíz, presidente de la Asociación de Faenadores de Ciudad del Este, en el programa Tarde Clave de Radio La Clave 103.9 Fm, quien explicó que, a pesar de contar con todas las habilitaciones legales, los operativos de incautación se intensificaron, afectando gravemente a los productores.
Ortíz aseguró que los faenadores están siendo sometidos a controles arbitrarios. “Nosotros traemos los animales vivos, tenemos un matadero habilitado por el Senacsa y la Municipalidad, tenemos todos los documentos. Sin embargo, últimamente somos muy perseguidos por la COIA”, reclamó.
El dirigente explicó que la Asociación de Faenadores se creó con el objetivo de combatir el contrabando de carne y garantizar el trabajo legal del sector. En los últimos años, la carne de origen ilegal tuvo éxito en el mercado por su menor precio, afectando a los productores nacionales. Sin embargo, con la reciente suba de costos en Brasil y Argentina, los faenadores locales retomaron la competitividad, lo que habría provocado que la COIA redirija su atención hacia ellos.
“El problema es que ahora los de Aduanas nos ven como blanco fácil. Antes su objetivo era el contrabando, pero como ahora los precios en Brasil y Argentina no son competitivos, nos aprietan a nosotros”, denunció Ortíz.

INCAUTACIONES Y SOBORNOS
Uno de los principales puntos de conflicto es la documentación exigida en los controles. Según Ortíz, la carne faenada legalmente sale del matadero con una boleta expedida por la Municipalidad, pero esta no es considerada válida por la COIA, que exige una factura legal con el kilaje exacto del producto transportado.
“Nosotros vendemos la carne paraguaya con boleta de faenamiento y control interno del matadero, pero la COIA nos exige factura y kilaje cuando estamos en tránsito. Las facturas recién se generan cuando entregamos el producto a los clientes, por lo que terminan incautando la carne argumentando que no tenemos los documentos en regla”, explicó.
El dirigente también aseguró que el proceso de recuperación de la carne es burocrático y lento, lo que generó pérdidas irreparables. “Ya tuvimos dos casos en los que demostramos que la carne era paraguaya, ganamos el proceso, pero la carne se pudrió en el camino. Ellos saben que el trámite es tedioso y buscan el arreglo”, afirmó.
Según Ortíz, los controles de la COIA ya no se enfocan en combatir el contrabando, sino en extorsionar a los trabajadores del sector, cobrando sobornos para liberar la mercadería. “No hay tanto contrabando porque el precio ya no conviene. Saben perfectamente quiénes trabajan legalmente y dónde están, pero siguen apretando porque quieren recaudar”, denunció.
Ante esta situación, los faenadores solicitaron la intervención de las autoridades en reuniones con el gobernador de Alto Paraná, César Torres, y con el jefe de faenamiento de la Municipalidad de Ciudad del Este.