
Miles de viajeros se encontraban ayer varados en aeropuertos británicos y del exterior por causa de una inesperada interrupción generada por una falla técnica en los servicios aéreos del Reino Unido. El problema ocurrió el lunes y fue resuelto en cuestión de horas, pero generó consecuencias que durarán varios días, advirtió a los principales medios británicos el secretario de Transporte, Mark Harper.
Los Servicios Nacionales de Tráfico Aéreo (NATS), encargados de procesar los vuelos, señalaron que una falla en su sistema fue la responsable del incidente. Turistas extranjeros y locales quedaron atrapados en diversos destinos alrededor del mundo esperando una solución. La necesidad de clasificar manualmente los vuelos, en un momento que se cuenta entre los picos más altos de actividad aérea del año, agregó complejidad y lentitud al proceso.
Aunque NATS informó que el problema fue “identificado y solucionado”, las repercusiones continúan. “Se cancelaron muchos vuelos y se necesitarán algunos días para que la gente regrese a donde deberían estar”, dijo Harper en declaraciones a la BBC. Más del 25% de los vuelos programados para el lunes fueron cancelados, mientras que para el martes alrededor del 5% ya estaban cancelados a primera hora de la mañana.