Las denuncias de corrupción no son las únicas que caracterizan al intendente de Hernandarias, Nelson Cano (ANR-Cartista), sino también la falta de gestión ante las innumerables necesidades que tiene el municipio, como el mal estado de las calles y la falta de respuestas a los pedidos de las diferentes comisiones vecinales de esta localidad. El mes pasado, la Junta Municipal había rechazado la rendición de cuentas del ejecutivo municipal del 2023, debido a la ausencia de documentos que respalden su ejecución presupuestaria de ese año.
La inoperancia de Cano llega al extremo de que no invierte absolutamente nada en la ciudad y tampoco cuenta con un proyecto de revitalización urbanística, así como no tiene un plan de mejoramiento estructural de plazas y parques. Prometió mucho y se quedó en ello, por lo que defraudó la confianza depositada en su persona por los electores Hernandarienses, quienes les exige que “haga algo por la ciudad”.
Cano generó mucha expectativa en la ciudadanía que muy pronto se decepcionó del mismo, ante la falta de acciones concretas en favor de todos. En tal sentido, antes que contar con el respaldo ciudadano, cada vez más la ciudadanía le da la espalda debido a las innumerables denuncias que pesan en su contra, que se suma a su falta de gestión, según cuestionamientos que le hacen la ciudadanía. Supuestamente, el jefe comunal hernandariense cuenta con un blindaje político muy fuerte, por lo que persiste como administrador comunal. Las denuncias formales en su contra no prosperan y muy por el contrario, la mayoría se cajonean en los entes del Estado donde se radican las mismas, por lo que continúa en el cargo. Los concejales opositores exigen celeridad en las investigaciones judiciales abiertas en su contra, hecho que no está ocurriendo debido al padrinazgo político que tiene Cano.
