Agentes de la sub comisaría N° 54 del barrio Acaray de Ciudad del Este, fueron denunciados por omisión de auxilio a Néstor David González (27), quien falleció en el Hospital Regional de Ciudad del Este luego de convulsionar en pleno calabozo, a raíz de la golpiza a la que le sometieron supuestos guardias ciudadanos. La víctima fue sindicada de cometer un asalto, cosa que fue desmentida por la familia y la supuesta víctima.
Según el relato presentado ante la Fiscalía, Néstor fue detenido el 27 de noviembre tras ser acusado de un supuesto hurto de celular en un vehículo de plataforma. El joven fue trasladado a la Subcomisaría Nº 54, donde permaneció en condiciones deplorables. Horas después de su aprehensión, su familia llegó al lugar para constatar su estado y encontró a Néstor inconsciente, con rastros de agresiones físicas visibles en su cuerpo y signos de deterioro general.
Lo que ocurrió a partir de ese momento, según la denuncia, dejó a los familiares sumidos en la desesperación. Afirman que solicitaron de manera insistente a los agentes policiales que trasladaran al joven a un hospital para recibir atención médica urgente, ya que se encontraba postrado en el suelo y aparentemente convulsionando. Sin embargo, los oficiales habrían hecho caso omiso a los ruegos, prolongando durante horas la atención médica que el joven requería.
Cuando finalmente se autorizó el traslado al Hospital de Traumas, ya era demasiado tarde. Néstor ingresó en estado crítico y falleció en la madrugada del 28 de noviembre. Según la familia, esta muerte pudo haberse evitado si los agentes de la Subcomisaría Nº 54 hubieran actuado con rapidez y empatía.
La madre del joven, Bernarda Riveros, presentó una denuncia formal contra los policías de dicha comisaría, señalando que su negligencia y su supuesta omisión de auxilio fueron determinantes en la muerte de su hijo. En el documento, se detalla que Néstor llegó al hospital con severos signos de agresión y en un estado de salud completamente descompensado, lo que refuerza las acusaciones de un trato inhumano en la comisaría.
“Mi hijo entró con vida a esa comisaría, y salió sin ella. No voy a permitir que esto quede impune”, declaró entre lágrimas. Bernarda sostiene que los agentes no solo se negaron a atender a Néstor, sino que además lo mantuvieron en condiciones infrahumanas, agravando su situación hasta un punto irreversible.
El protocolo policial ante la aprehensión o detención de una persona estipula que debe realizarse el chequeo médico previo a su traslado a la dependencia policial o lugar de detención, hecho que no se cumplió con Néstor David.
