
En julio de 2015, el papa Francisco realizó una visita oficial al Paraguay, como parte de una gira por América Latina que también incluyó a Ecuador y Bolivia. El pontífice argentino arribó al país el 10 de julio y permaneció hasta el 12, dejando un mensaje profundamente humanista, centrado en la justicia social, el valor de la mujer paraguaya, la solidaridad y el papel transformador de los jóvenes.
Durante su estadía, el Papa fue recibido con entusiasmo por miles de fieles en Asunción y en otros puntos del país. Su agenda estuvo marcada por encuentros con autoridades, organizaciones sociales, comunidades humildes y jóvenes. En cada intervención, Francisco buscó conectar con la realidad del pueblo paraguayo, reconociendo sus heridas históricas, pero también destacando su fortaleza y espíritu resiliente.
UN LLAMADO CONTRA LA EXCLUSIÓN
Uno de los momentos más marcantes fue su discurso en el Palacio de López, sede del gobierno paraguayo. Allí, Francisco hizo un fuerte llamado a la inclusión social y al compromiso con los sectores más postergados.
“Que no cese el esfuerzo de todos los actores sociales, hasta que no haya más niños sin acceso a la educación, familias sin hogar, obreros sin trabajo digno, campesinos sin tierras que cultivar y tantas personas obligadas a emigrar hacia un futuro incierto; que no haya más víctimas de la violencia, la corrupción o el narcotráfico”.
Con estas palabras, el Papa expuso los desafíos sociales de Paraguay y exhortó a las autoridades a ejercer un liderazgo responsable y ético.

EL HOMENAJE A LAS MUJERES PARAGUAYAS
Uno de los momentos más recordados de la visita fue su homenaje a las mujeres del Paraguay. Durante un acto público, Francisco destacó el rol esencial que cumplieron las mujeres en la reconstrucción del país tras la devastadora Guerra de la Triple Alianza.
“Con gran valor y abnegación, supieron levantar un país derrotado, hundido, sumergido por una guerra inicua. Son las mujeres paraguayas las más gloriosas de América”.
Esta frase se volvió emblema de la visita papal y fue ampliamente celebrada por la sociedad paraguaya, que valoró el reconocimiento a su historia y a la fuerza femenina como motor de la nación.
VISITA AL BAÑADO NORTE
Otro momento de alto impacto simbólico fue su visita al Bañado Norte, una de las zonas más humildes de Asunción, donde miles de familias viven en condiciones precarias. Allí, Francisco se encontró con la comunidad, escuchó testimonios y habló desde la cercanía y la sencillez. Su presencia en ese lugar fue leída como una clara señal de la “Iglesia en salida” que promueve: una Iglesia comprometida con los pobres, al margen de los templos.
“Ustedes no están solos. La Iglesia está con ustedes, y los lleva en el corazón”.

CRÍTICA A LA ECONOMÍA EXCLUYENTE
En el estadio León Condou, el Papa mantuvo un diálogo abierto con representantes de la sociedad civil, donde abordó temas como la desigualdad, la exclusión y el rol de los cristianos en la construcción de un mundo más justo. Una de sus frases más contundentes fue “una fe que no se hace solidaridad es una fe muerta o una fe mentirosa”.
Con esta afirmación, Francisco cuestionó los modelos económicos que generan pobreza y desigualdad, y alentó a los fieles a comprometerse con la justicia y el bien común.
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MISA EN ÑU GUASU: MENSAJE DE HOSPITALIDAD
El acto central de la visita fue la multitudinaria misa en Ñu Guasu, en Luque, a la que asistieron más de un millón de personas. Durante la homilía, el Papa hizo un llamado a la hospitalidad y a abrir el corazón al prójimo.
“Acojan al hambriento, al sediento, al extranjero, al desnudo, al enfermo, al prisionero, al leproso y al discapacitado”.
Fue un mensaje profundamente evangélico, centrado en el amor al prójimo, en un contexto social donde muchas veces los más vulnerables son ignorados.

ENCUENTRO CON JÓVENES: “HAGAN LÍO”
La visita concluyó con un multitudinario encuentro con jóvenes en la Costanera de Asunción. Allí, Francisco utilizó un lenguaje directo y cercano para alentarlos a ser protagonistas de su tiempo.
“Hagan lío, pero también ayuden a organizarlo bien”. Esta frase, ya característica del pontífice, fue interpretada como un llamado a cuestionar lo establecido, pero con responsabilidad y compromiso.
PAPA FRANCISCO
Jorge Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco durante su papado, falleció esta madrugada, aparentemente, a causa de un derrame cerebral. Estuvo internado por 38 días a causa de una neumonía bilateral y, cuando parecía que estaba presentando una mejoría, se dio su deceso.