El polémico director de la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, el seccionalero colorado Benjamín Ozuna, ahora hace alarde de sus ínfulas de dictador, al perseguir y maltratar a funcionarios penitenciarios que “no son de su agrado”. En uno de los casos, fue acusado de perseguir a una agente penitenciaria embarazada, a quien busca sacar de su puesto de revisadora carcelaria, acusándola de fallas laborales que la misma no cometió, según quedó evidenciado en imágenes de circuito cerrado. Desde que asumió, en enero de este año, el politiquero fue denunciado en diversas oportunidades por permitir el funcionamiento de esquemas corruptos en la cárcel, en contubernio con funcionarios corruptos.
De acuerdo a las denuncias, el seccionalero colorado Benjamín Ozuna viene persiguiendo de manera inmisericorde a los funcionarios que “no son de su agrado”, a quienes maltrata verbalmente y los amenaza con “echar”, aunque no tenga argumentos para el efecto.
Ozuna Riveros, que anteriormente se desempeñó como “asesor” en el Ministerio de Justicia con un salario considerable, asumió el delicado cargo tras la finalización de la intervención del penal, en enero pasado. Su nombramiento, realizado por el ex ministro de Justicia Ángel Barchini, ha suscitado dudas y críticas, especialmente considerando su falta de experiencia previa en gestión penitenciaria y su historial político. Con una trayectoria limitada a roles menores en la Gobernación de Alto Paraná y como presidente de la seccional colorada número 2 de Ciudad del Este, está más que demostrado que Ozuna carece de experiencia relevante para dirigir una de las penitenciarías más importantes y peligrosas del país.
Ahora fue denunciado por la agente penitenciaria Luz Pamela Duarte Taboada, por maltratos y humillaciones sufridas. La misma se desempeña como revisadora en la cárcel (inspección corporal a las mujeres que visitan a los reclusos), siendo acusada por Ozuna de permitir el ingreso de teléfonos celulares al penal, situación que ya fue descartada mediante imágenes de circuito cerrado que evidencian la inocencia de la mujer. No obstante, Ozuna insiste en su postura, por lo que la misma se refugió en la oficina de Talento Humano, porque el director “no quiere verla” en su habitual puesto de trabajo, según escrito de denuncia que la misma presentó al jefe de seguridad del penal, Gilberto Fariña.
La funcionaria ya presentó denuncia sobre la situación que padece a las instancias superiores del Ministerio de Justicia, como la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios, llevando en cuenta que está embarazada y la actitud de Ozuna le está causando estrés, que en su condición de mujer y cargando con un embarazo de alto riesgo puede resultar perjudicial a su salud. Desde que asumió el cargo, Ozuna viene teniendo problemas con los funcionarios penitenciarios, siendo acusado de maltratos, humillaciones, prepotencia y otras actitudes fuera de lugar. Recientemente también se denunció un presunto esquema extorsivo, en donde guardiacárceles de CDE son obligados a pagar hasta G. 3 millones si quieren permanecer en sus puestos, de lo contrario son trasladados a otros puntos del país.