
Los cinco autores del homicidio del guardia de seguridad Pablo Hernán Yurtz (35), ocurrido en la madrugada de ayer, ya estarían identificados por investigadores de la Policía Nacional. Esta mañana se realizaron dos allanamientos en simultáneo, logrando la incautación de varias evidencias relacionadas a este hecho y a otros más, pero no hubo personas detenidas.
Los miembros serían Bernardino Medina Meza, alias Laino, presunto líder de la banda; Víctor Alfredo Chaparro Duarte, Cristhian Javier Gómez Martínez, alias Negro; Lucio Manuel Ramírez Alcaráz y Marcio Antonio Aguinagalde González. Todos con antecedentes penales.
Uno de los procedimientos se realizó en una vivienda del barrio Villa Fanny de Ciudad del Este, en el km 6,5 Monday, que pertenece al papá de Cristhian Javier Gómez Martínez. Este es considerado el chofer del vehículo utilizado para el fatal episodio, de marca Toyota, modelo Allion, color blanco.

Precisamente, ese vehículo estaba en la vivienda, pero con llantas deportivas y no las llantas comunes que se utilizaron para el atraco. También se encontraron prendas de vestir, armas de fuego, celulares y otras evidencias relacionadas con este y otros hechos punibles.
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MOTOS ROBADAS
El otro procedimiento se realizó en un taller denominado Neginho Competiçao, en el barrio Ciudad Nueva, que sería propiedad de Gómez Martínez. Allí se encontraron varias motocicletas que tendrían denuncias de robo y hurto, además de las cuatro llantas comunes que se utilizaron por el Allion para el ilícito. Hasta el momento, no hay ninguna persona detenida o aprehendida.
Los allanamientos se realizaron presencia del fiscal Gabriel Segovia y agentes de Investigaciones de la Policía Nacional, además de otras dependencias.

EL HECHO
En la madrugada del miércoles, el guardia Pablo Hernán Yurtz fue asesinado por un grupo de cinco delincuentes que tenía como objetivo asaltar una vivienda en el asentamiento Belén, del Km 4 de Ciudad del Este.
Tras le homicidio, fueron hasta la casa de un pasero de mercaderías a fin de apoderarse de cajas de celulares que supuestamente debía llevar a Foz de Iguazú, pero huyeron con las manos vacías al no encontrarlas.