Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol; y el Dr. Enrique Riera Escudero, Ministro del Interior, se reunieron para analizar todo lo relacionado a la violencia en el deporte, el fútbol en particular. La idea es coordinar acciones conjuntas con los organismos de seguridad para frenar los hechos vandálicos que se van repitiendo en diferentes escenarios de la capital e interior del país.
La predisposición mostrada por las autoridades de la Asociación Paraguaya de Fútbol y el Ministerio del Interior hará posible una mejor organización para tratar de frenar la cada vez más frecuente y peligrosa acción de vándalos en los escenarios deportivos de nuestro país.
En el encuentro se pudo contar con la presencia de alto jefes de la Policía Nacional, institución encargada de brindar cobertura de seguridad en los eventos deportivos y que tiene la importante misión de erradicar la violencia en los campos deportivos en todo el país.
Se tiene que erradicar la violencia con el apoyo de los clubes cuyos dirigentes apañan a los llamados barras bravas. La Policía debe tener los mecanismos y el apoyo necesario para que nunca más ocurra lo sucedido en la ciudad de Luque la semana pasada, cuando vándalos rompieron todo y destruyeron hasta vehículos de los policías que fueron para trabajar en el estadio del club Sportivo Luqueño.
En otros lugares de la zona Central se produjeron varios hechos similares que dejaron heridos con armas de fuego y armas contundentes. Con la reunión entre las autoridades del fútbol, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional se pretende erradicar definitivamente los episodios de violencia que se han visto últimamente en los escenarios deportivos a nivel nacional.
Las acciones deben extenderse a todo el país y en las diferentes disciplinas deportivas. El fútbol de campo, el fútbol de salón y otros deportes siempre han sido focos de violencia protagonizados por hinchas y jugadores. La falta de castigo a los que protagonizan estos hechos es lo que permite el crecimiento de la intolerancia y la reacción violenta de los inadaptados sociales.
El pasado domingo, en Juan León Mallorquín, al término de un partido de fútbol de interligas entre menores de 13 años se produjo una gresca generalizada entre los padres de los niños, los mismos jóvenes con el público. Hasta a los pocos policías que estaban en el lugar agredieron sin que existieran razones valederas para tanta violencia.