
El concejal municipal de Mbaracayú, Wilberto Blanco, recorrió las instituciones educativas cuyas obras debieron estar concluidas para mediados de julio y descubrió que los trabajos no se realizaron. Todo corresponde a una licitación pública plurianual por G. 1.746.166.204, que fue adjudicada por lotes. Pese a esta grave irregularidad, la rendición de cuentas de la intendenta Nanci Algarín fue aprobada, en medio de un pacto azulgrana en el legislativo.
El edil explicó que, en cada sesión del legislativo, los directores de las instituciones educativas y los padres de familia reclaman que los trabajos no se realizan y que hay estructuras con daños muy severos que ponen en peligro la integridad física de los alumnos, pero que eso parece no interesar a los miembros de la Junta Municipal. Varios pedidos de informes al respecto, solicitados por Blanco y otros opositores, no fueron respondidos por la intendenta colorada.
“Aprovechando las vacaciones recorrí las obras, no se hizo nada, pero se le aprobó su rendición de cuentas a la intendenta, sin tener a la vista ninguna documentación. Mis colegas argumentaron que se iban a bloquear los desembolsos de Royalties y Fonacide y a ciegas aprobaron”, lamentó Blanco.
De acuerdo a las especificaciones técnicas, deberían mejorar los baños, colocar portales, pinturas, pisos y otras mejoras en al menos 10 instituciones educativas a las que se les ha aprobado la microplanificación. A comienzos de este año, padres de familia ya habían denunciado casos similares en instituciones educativas de Puerto Indio. De acuerdo al edil, ninguna refacción fue realizada.
Los denunciantes refirieron que hay instituciones en que las puertas que no se cierran y que se perdieron las llaves, el agua no llega al baño, no se cambiaron los vidrios de las ventanas y un sinfín de detalles que cuanto menos, reflejan la desidia tanto de la empresa contratista como de las autoridades municipales.
“El 14 de julio se debió concluir todas las obras aprobadas en la microplanificación, esto no fue así, no se ve a los funcionarios de las firmas adjudicadas en las instituciones educativas. Los reclamos referentes a la electrificación, como cables expuestos y otros, lo único que hicieron fue aislar, pero luego lo dejaron así”, añadió el concejal de Mbaracayú.
LA RENDICIÓN DE CUENTAS
Un hecho sui generis se produjo en el gobierno municipal de Mbaracayú, porque la rendición de cuentas de la intendenta Nanci Algarín fue rechazada por los miembros de la Junta Municipal, precisamente por los reclamos de la ciudadanía y la falta de documentos a los excesivos gastos que realiza la administración municipal. Sin embargo, la titular del ejecutivo vetó la decisión de los concejales.
Con esto, el expediente volvió al legislativo y nueve ediles, entre liberales y colorados, avalaron el veto, alegando que de lo contrario se bloquearían las trasferencias del Gobierno Central para el municipio. Solo se mantuvieron en su postura el concejal Wilberto Blanco y el titular del legislativo Edgar Giménez, de la ANR.
“Se perdió la posibilidad de lograr la intervención de la municipalidad, rechazando ese balance, pero al final hicieron valer el veto del ejecutivo. Maquillar los documentos no es difícil, pero ver dónde se utilizó el dinero público es diferente y eso no se tiene en Mbaracayú”, insistió el edil denunciante.