Durante las fiestas de fin de año las bandas criminales, lejos de dedicar su tiempo para celebrar, aprovecharon para aumentar sus logísticas para nuevos atracos. Los bandidos se abastecieron de materiales explosivos tras ingresar a una cantera ubicada en el distrito de Mbaracayú, al norte del Alto Paraná. Los accesorios hurtados podrían ser utilizados para violentos asaltos a trasportadoras de caudales y cajeros automáticos.
Los delincuentes ingresaron como verdaderos dueños a la cantera propiedad de la empresa Roggio e Hijos, para alzarse con 5.900 metros de cordón detonador, 134 metros de mechas lentas, además de 100 unidades de fulminantes espoleta Nº 8 y 25 unidades de retardo brinel 42 ms, todos materiales de venta controlada y fiscalizadas por la Dirección de Materiales Bélicos de las FF.AA.
La empresa afectada cesó sus operaciones durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, lo que permitió a los criminales poder adueñarse de los elementos que estaban guardados dentro de un contenedor. Llamativamente las cámaras del circuito cerrado del local dejaron de funcionar y no pudieron captar el momento del hecho.
El encargado de la cantera Gustavo Alejo Rolon (41) se percató a su regreso que el contenedor donde se guardaban los explosivos fue violentado y al verificar no encontró los citados materiales explosivos. El predio cuenta con un acceso custodiado con personal de guardia 24 horas y un perímetro muy extenso, por lo que los bandidos tenían informaciones precisas de la ubicación. No se descarta la ayuda de algún empleado de la firma.
La empresa Roggio e Hijos es una de las empresas adjudicadas para la construcción del asfaltado en el trayecto Puerto Indio-ruta PY 07, desde el Cruce Itakyry. La instalación de la compañía en el distrito se inició con la explotación de la cantera, para la provisión de las piedras a ser utilizadas en la obra.
Los investigadores sospechan que las gavillas se están abasteciendo para nuevos ataques en perjuicio de algún banco o financiera de la zona, pero llama la atención que solo se alzaron con los detonadores. En el contendor violentado también había una gran cantidad de dinamita en gel que no fue tocada. La Policía Nacional se encuentra en alerta máxima tras el hecho.
En el 2023 varios cajeros y camiones transportadores de caudales fueron blanco de organizaciones criminales que también robaron materiales explosivos de las canteras para usar en los atracos.