Los pobladores del barrio Fátima de Ciudad del Este finalmente podrán estar tranquilos tras varios días de permanecer en zozobra, debido al estado en que quedó uno de los principales tramos asfaltados de la zona, que conduce a dos importantes instituciones educativas. Prácticamente la mitad de la calle Tte. Facundo Almada, en la intersección con la calle Julio Correa, fue arrasada por los raudales que se formaron rápidamente tras pocos minutos de intensas lluvias.
La preocupación se generó especialmente por las comunidades educativas de las instituciones que se encuentran en la zona, atendiendo que los estudiantes deben circular por el tramo para llegar hasta sus colegios y escuelas, poniendo en riesgo su seguridad.
Cientos de alumnos de la escuela y colegio privado Fe y Alegría, así como de la Escuela Básica Nº 1017 “Virgen de Fátima”, utilizan el camino diariamente, por lo que incluso los padres llegaron a formar una especie de cordón humano para ayudarlos a cruzar el área, atendiendo el gran peligro que representaba, principalmente en la zona donde existe un precipicio formado por la erosión en el área del arroyo.
La situación empeoró considerablemente después de los últimos días de lluvia. La cantidad de agua caída formó enormes raudales que fueron destruyendo todo a su paso, llevando incluso parte del pavimento tipo asfalto, dejando el camino intransitable, hasta el punto de ser clausurado para evitar desgracias.
El aislamiento y clausura del lugar se habría dado primero por parte de los vecinos, que con palos, cintas y maderas “señalizaron” el área, que posteriormente fue señalizada por parte de la institución municipal.
La directora de la escuela Fe y Alegría, Lic. Felicia Benítez, manifestó su alegría y principalmente alivio al ver que las maquinarias ya se encuentran trabajando en la zona, atendiendo que el peligro era constante y con la clausura del tramo, el tránsito en el lugar también se complicaba. “Gracias a Dios ya están trabajando en eso, son dos bocas las afectadas en la calle ubicada entre el colegio Fe y Alegría y la escuela 1017”, indicó.
Además del riesgo que representaba para los alumnos y moradores del lugar, el peligro era constante y aún más grande para los conductores que de manera esporádica o casual circulaban por el tramo, ya que podrían caer al enorme cráter formado en el lugar, produciendo serias y graves lesiones, o incluso la muerte.