Miembros de los pueblos originarios de Itakua poty, Pindo’i y Nueva Esperanza, todos del departamento de Caaguazú, fueron trasladados ayer a sus comunidades luego permanecer varias semanas acampados frente a la Gobernación del Alto Paraná. La tarea conjunta entre la Consejería de la Niñez y la Adolescencia y la Secretaria de la Niñez, permitió que los nativos tengan víveres y transporte para retornar a sus tierras.
María Graciela Sánchez, titular de la Codeni de Ciudad del Este, expresó que pudieron saber que los indígenas no vinieron con sus líderes, sino con otras personas que los trajeron para mendigar y “juntar dinero” en los nudos semafóricos, usando a mujeres con bebés en brazos o niños pequeños.
“El sábado hubo un accidente ahí en el lugar, un niño fue embestido por un automóvil, felizmente el conductor se hizo responsable y no fue algo grave. Por eso organizamos una mesa de trabajo con la Secretaría de la Niñez y buscamos el involucramiento de la Gobernación, pero nos indicaron que no disponían de presupuesto”, expresó la titular de Codeni.
Son en total 15 familias que fueron llevadas ayer a sus tierras en el departamento de Caaguazú. Al respecto, la funcionaria reclamó que las autoridades de esa zona no puedan sostener las necesidades de su gente y tengan que venir a Ciudad del Este para mendigar en los nudos semafóricos. Asimismo, el Instituto Nacional del Indígena, una vez más, estuvo ausente en las actividades a favor de los pueblos originarios.
“Es una forma de trata también lo que hacen con ellos, son traídos a la ciudad para pedir dinero en las calles y detrás de eso ya se dan otras cuestiones, porque están en una total vulnerabilidad. Les asistimos con víveres y transporte para ser llevados a sus comunidades”, añadió la funcionaria.