Se puso en marcha la construcción del segundo bloque del Hogar Las Tías, ubicado en el barrio 23 de Octubre de Ciudad del Este. Esta nueva parte del complejo requerirá una inversión aproximada a G. 1.000 millones y estaría lista en unos seis meses. Con el nuevo sector se pretende crear la oficina administrativa, salas para tratamientos, salón para cursos y varias otras dependencias que ayudarán de sobremanera al manejo y la organización del lugar.
Si bien el primer bloque fue inaugurado hace algunos meses y cuenta con 12 departamentos, aún carecen de la parte administrativa y salones especiales para la realización de actividades, por lo que el inicio de la segunda etapa será de gran ayuda.
Cristina Brítez, presidente de la institución, indicó que van creciendo gracias a la ayuda de las personas solidarias y lo que alguna vez fue un sueño hoy se está volviendo una realidad. “Si bien no contábamos con todo el presupuesto para este segundo bloque, conseguimos que la propia empresa constructora apadrine el hogar y complete la parte faltante”, indicó.
Explicó que con el nuevo bloque se liberan dos departamentos que estaban siendo utilizados como parte administrativa, cocina y depósito. “Con este segundo bloque vamos a contar con la oficina administrativa, una sala especial para la atención médica odontológica, informática, psicología y una lavandería. Así también queremos instalar una cocina industrial y un amplio salón en donde queremos impartir varios cursos que actualmente los jóvenes hacen fuera del hogar, con esto será mucho más fácil porque harán cursos en el propio hogar. Además, pensamos abrir las puertas a los jóvenes adolescente y madres soleteras del barrio que necesitan capacitarse”, refirió.
Actualmente el hogar cuenta con 73 menores, rebasando de vuelta la capacidad del lugar, porque la necesidad es inmensa. “Estamos recibiendo niños de Pedro Juan Caballero, cuando hay abusos y maltratos no miramos de donde son”, afirmó.
Recordó que hicieron un convenio con la Secretaría de la Niñez por G. 205 millones y que cuentan actualmente con 18 funcionarias, 13 de las cuales son permanentes, con salarios fijos y horarios rotativos para cubrir a los que tienen sus días libres.
Finalmente, Brítez aseguró que para los niños, mudarse al nuevo lugar fue un cambio radical en la vida de los mismos, ya que ahí tienen techo y familia, donde hay cariño, amor y reciben atención completa y la condición de vida es mucho mejor. “El trabajo es más difícil para nosotros, porque tenemos que golpear más puertas para que podamos continuar”, finalizó.
Los trabajos para el segundo bloque finalizarían en unos 6 meses, según las estimaciones de la empresa encargada.