
El intendente municipal de Hernandarias, Nelson Cano (ANR), fue cuestionado por vecinos de diferentes barrios debido a su inacción ante evidentes problemas de salud y la proliferación de patios baldíos en total estado de abandono, lo que genera la procreación de alimañas. El descontento de los vecinos cada vez es mayor, no solo por denuncias de corrupción contra Cano, sino también por desidia.
El administrador comunal tiene en su haber varias denuncias formales respecto a supuestos hechos de irregularidades durante su administración. No obstante, la insatisfacción ciudadana no es solamente en ese aspecto, sino por la falta de interés de Cano en resolver los problemas ciudadanos que se presentan todos los días, como el aumento de patios baldíos, a cuyos dueños, la Municipalidad de Hernandarias debía apercibir para que lo limpien.
Refirieron que la municipalidad no sanciona a los propietarios de los baldíos abandonados, convirtiéndose estos en verdaderos mini vertederos. Aseveraron que, pese a los insistentes reclamos hechos ante la institución municipal, algunos funcionarios se acercan hasta las zonas denunciadas pero luego desaparecen del sitio sin hacer nada. Los reclamos provienen especialmente de los vecinos del barrio “Doña Petrona”, quienes aseguran que, ante la inacción municipal, se pone en riesgo la salud humana de los pobladores. Revelaron que fueron tratados de payasos, tanto por el intendente Cano, así como por algunos concejales, tras presentar los pertinentes reclamos ante la comuna.
“Vienen para prometernos cosas, quitan fotos y nos dejan en bola, como si fuésemos payasos y nosotros confiados en ellos. Hasta ahora no trajeron ni un poste, ni un gramo de tierra, mientras nuestros caminos siguen empeorando y cuando llueve no podemos transitar”, reclamaron los afectados.
Así mismo, se quejaron de la falta de sensibilidad de Cano, de quien dijeron que, en campaña electoral, prácticamente no salía del barrio, pero una vez que fue electo nunca más volvió a aparecer.
CORRUPCIÓN
Cano tiene sobre sus espaldas varias denuncias por supuestos hechos de corrupción. En diciembre del 2022, los ediles Nilda Venialgo y Germán Ibarrola, denunciaron al ordenador de gastos por supuestamente comprar a través de la comuna una propiedad que en realidad sería un terreno municipal. De acuerdo a la denuncia, Cano pagó la suma de G. 3.619 millones por la compra de dicho predio que, de hecho, formaba parte del bien municipal.
En otro caso, el 10 de abril de este año, Cano fue denunciado por haber contratado a su ex esposa, Mirta Aguayo, como asesora jurídica de la Municipalidad de Hernandarias, con un salario de G. 10 millones, monto muy superior a los que perciben otros funcionarios que ocupan cargos de confianza. Deudas con proveedores, salarios atrasados a funcionarios y los concejales, sumados a una amenaza de ejecución de embargo por indemnizaciones, es lo que caracteriza en estos momentos al intendente de Hernandarias, a lo que se suma la orfandad total en la que se encuentran los vecinos de varios barrios.