
El polémico intendente de Juan E. O’Leary, Everaldo Acosta (ANR), irrumpió en la sede de la Comisaría 11 en aparente estado de ebriedad y ofuscado por un procedimiento en que fueron incautadas varias motocicletas por distintas infracciones. Con una prepotencia característica, el jefe comunal exigió a los uniformados la devolución de los biciclos a sus dueños. Emulando a dictadorcillos de poca monta, el político solicitó el cambio del jefe de la unidad policial porque no accedió a su pedido.
En un video grabado por testigos, se observa al intendente Everaldo Acosta llegando a la sede policial con un tono amenazante e increpando a los agentes que se encontraban de turno. El jefe comunal cuestionó a los uniformados porque incautaron varias motocicletas con molestosos roncadores y porque no tenían documentos, defendiendo abiertamente a los inadaptados. En un momento dado también se lo escuchó diciendo que es “la única autoridad de la zona”, que nadie es más que él, dando a entender que solo se hace lo que ordena. Uno de los uniformados con mucha educación trató de explicarle el motivo de las incautaciones, pero lejos de entender, el político continuó exigiendo y amenazando.

Según el informe de los intervinientes, realizaron un control de rutina sobre la calle Monday y verificaron una motocicleta que estaba al mando de Junior Adorno Fleitas (20), que presentó un cedula verde presuntamente apócrifa. Para mejor verificación lo trasladaron a la sede policial y lo pusieron a cargo de la Fiscalía, que ordenó la incautación del biciclo. En otro operativo también incautaron una moto conducida por Cristian Benítez (29), que no tenía ningún documento.
El intendente municipal al enterarse de los procedimientos, se apersonó en la comisaría con un grupo de personas para tratar de llevar a la fuerza los biciclos requisados por orden del Ministerio Público.

SOLICITÓ EL CAMBIO DEL JEFE DE COMISARÍA
Al no lograr su objetivo, el intendente Acosta utilizó sus influencias políticas y solicitó el cambio del jefe de la comisaría porque supuestamente no obedeció su orden. A pesar de que los uniformados cumplieron con su trabajo de proteger y realizar los controles preventivos, para el político no tuvo importancia.