
En el Este del país la justicia pronta y barata está lejos de ser una realidad por causa de los propios jueces, que solamente se apegan al cargo para cobrar a fin de mes su jugoso salario, o en algunos casos, coimas para agilizar los expedientes. Claro ejemplo son los tres Juzgados en lo Laboral, que ya merecen ser auditados por la excesiva morosidad existente. Pero como las magistradas cuentan con sus respectivos padrinos en la Corte Suprema de Justicia, es apenas un clamor que realizan los abogados en los pasillos tribunalicios.
De acuerdo a la denuncia realizada por el expresidente del Colegio de Abogados, Mauro Barreto, existen expedientes que “duermen” en los cajones de los jueces hasta por cinco años. El profesional del foro acotó que, lastimosamente no todos los profesionales del derecho se animan a denunciar la lentitud que prima en los juzgados laborales, pese a que también son los principales afectados al igual que sus clientes.

Con su actuación, las magistradas titulares de los despachos en lo laboral, violan de forma desvergonzada el Código Procesal Laboral, que establece apenas cinco días para dictar sentencias. Las juezas, consideradas verdaderas raboneras en sus funciones, frecuentemente “se lavan la mano” alegando sobrecarga de trabajo. Sin embargo, con un sumario o una auditoría, fácilmente se descubriría su verdadera improductividad, a tal punto que podrían ser sancionadas por la CSJ, aunque los ministros literalmente están en la misma situación y difícilmente determinan una intervención de estos juzgados que van acabando con la paciencia de los abogados laboralistas.