Los apoderados legales de Rafael Esquivel, alias “Mbururú”, habían presentado excepción de inconstitucionalidad con el simple propósito de dilatar su juzgamiento. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia rechazó dicha pretensión y dio vía libre para que se dicte sentencia. El hombre está siendo juzgado por coacción, robo y otros. Para mañana se espera la conclusión del debate público.
“Mbururú” está siendo juzgado hace más de tres meses por un tribunal de sentencia integrado por los magistrados Vitalia Duarte, Serafín González y Fabio Aguilar. Fue denunciado por robo, coacción y otros. Por lo desarrollado hasta ahora en el debate público, todo indica que podría recibir una condena ejemplar. En la actualidad el polémico activista social está recluido en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. También soporta cargos por otros hechos punibles.
A través de sus defensores, “Mbururú” recurrió a todo tipo de artimañas para entorpecer el juzgamiento. Había presentado excepción de inconstitucionalidad, alegando que es un senador electo y proclamado por la Justicia Electoral y que supuestamente ya gozaba de fuero parlamentario. El objetivo era dejar sin efecto el juzgamiento y lograr una vez más la impunidad. Sin embargo, la máxima instancia judicial rechazó dicha pretensión y los miembros del tribunal de primera instancia tienen vía libre para dictar sentencia.
La defensa de “Mbururú” no especificó ninguna norma jurídica que supuestamente fue quebrantada y se limitó a mencionar el acto procesal. No hubo otra alternativa que rechazar y dar continuidad al debate. La audiencia pública se reanudará el viernes 15 de setiembre del año en curso a partir de las 8 horas.
De acuerdo a lo especificado en el artículo 166 del Código Penal, la pena prevista para robo es de 1 a 15 años y para coacción es de 180 días de multa o 3 años de privación de libertad. Eso implica que el polémico militante político puede permanecer varios años encarcelado.
De acuerdo a los datos que se manejan, “Mbururú” convirtió la cárcel de Ciudad del Este en su puesto de comando. En el sitio recibe a diario a numerosos adherentes políticos, especialmente aquellos que militan en equipos de izquierdas.