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La demencia por el robo

La pérdida de memoria es uno de los signos de la demencia. Esta patología afecta el pensamiento, el lenguaje, la capacidad de discernimiento y la misma conducta. Si bien esta enfermedad pareciera estar tan presente en autoridades que “perdieron la memoria” en torno al compromiso con la transparencia, el correcto uso del dinero del pueblo, y la erradicación de la nefasta corrupción, no es más que inconducta de lacras.

Esta demencia no es natural, es motivada por las ansias del lucro de un intendente que es enfermo, pero de codicia.

En Ciudad del Este se viven momentos de una politiquería de la malvivencia, de la que nunca se desprendió, solo cambió de villano.

La desmemoria pareciera que también es ciudadana, pues a las promesas de mejorías y progreso para la generalidad, recibe adornitos navideños y lucecitas como premio. Esto si es una locura, que todo siga igual desde una institución que nunca dejó de ser guarida de delincuentes.

Ahora, con el descaro propio de hipócritas, todos los recursos, todo episodio, por más minúsculo que fuere,  tiene como vedette a Daniel Mujica, que incluso fuera de la logia es el superior de Prieto, a fin de hacer propaganda electoral con plata del ciudadano esteño.

El objetivo siempre es perpetuar el esquema del dinero malhabido.

Por ello esta locura es una ofensa absoluta al deseo de la generalidad que al menos se destinen sus recursos para lo que originalmente fueron destinados.

Los negociados para propinas son raterías, sin términos medios, por lo que es totalmente correcto que se tengan causas fiscales abiertas contra lo que se ha convertido en una verdadera asociación criminal para delinquir. Pueden propalar las excusas fútiles de persecuciones, pero en documentos, en pruebas es saqueo de la cosa pública.

Las mismas preguntas se hacen, únicamente para comprobar la mentira y la mediocridad en la gestión de Miguel Prieto. ¿Qué pasó del kilómetro por día a ser asfaltado?, ¿por qué se compra votos en la Junta Municipal si se hace buena gestión?, ¿por qué ahora no es desperdicio de dinero que acólitos se paseen por el mundo con viáticos (dinero del pueblo)?, ¿cuáles fueron las obras de envergadura concretadas?, ¿si es una administración de alta gestión, por qué los funcionarios no cobran salarios en tiempo y forma?, y si existe confianza plena de la ciudadanía que paga sus impuestos, ¿por qué se debe apelar a préstamos que hipotecan la comuna, si se recauda bien?. De hecho que hay muchas más cuestiones no aclaradas, que con la altanería del jefe comunal y con los espectáculos circenses no se explican coherentemente.

La insignificancia en labor e integridad hace que todo sea muy previsible, pues en este mismo apartado anticipábamos que lo más preponderante de todo este 2024 en la gestión municipal serían los adornitos navideños, que hoy recibe toda la parafernalia de marketing municipal, a fin de persuadir a incautos.

La verdadera enfermedad es el malvivir de autoridades cleptómanas que deben ser tratadas como tales. La demencia es por el robo.

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