En el marco del Día del Folklore, es fundamental reflexionar sobre la importancia de fortalecer la cultura paraguaya como una herramienta esencial para vivenciar el sentido de pertenencia.
El país, con su rica historia y diversidad cultural, posee un patrimonio que es reflejo de las tradiciones, costumbres y valores que han sido transmitidos de generación en generación. El folklore, como expresión genuina del pueblo, unifica esta herencia cultural a través de la música, la danza, la artesanía y las festividades, que son símbolos de identidad y hasta de cohesión social.
Dar mayor relevancia a la cultura paraguaya significa preservar y revitalizar estas manifestaciones folclóricas, asegurando que las nuevas generaciones reconozcan y valoren sus raíces. Un pueblo que no conoce su identidad cultural difícilmente adquiere un real sentido de pertenencia.
Es un proceso que involucra tanto a las instituciones educativas como a las comunidades locales, promoviendo la enseñanza y la práctica de las tradiciones autóctonas. Esta conexión con el pasado no solo fomenta el orgullo nacional, sino que también construye el sentir compartido donde cada paraguayo asume que es parte de una historia común y un legado cultural.
En un mundo globalizado, donde las influencias externas son cada vez más predominantes, el fortalecimiento de la cultura nacional se presenta como un acto de resistencia y afirmación. Puntualmente en el departamento del Alto Paraná, la influencia foránea en todo el quehacer social es tremendamente deteriorante para el acervo cultural nacional.
Para el propio ejercer patriótico es fundamental el conocimiento de lo propio, y la valoración cultural autóctona, por lo que no es menor la necesidad de reivindicar todo lo que identifique al paraguayo.
Al celebrar esta fecha se pone en valor la singularidad de Paraguay y se reafirma la identidad cultural como un elemento central para la conexión y el desarrollo de la sociedad.
Vivenciar el sentido de pertenencia a través del folclore no es solo un reconocimiento de lo que somos, sino también una celebración de la diversidad y la riqueza cultural que define a Paraguay como único.
Lo propio es tan o más relevante que modismos que no son más que copias malhechas de tradiciones ajenas.
Hay una deuda pendiente en materia de colocar en el pedestal adecuado a lo tradicionalmente paraguayo. Los medios de comunicación juegan un rol fundamental en esto.
Nadie ama lo que no conoce, por lo que desde el heroísmo de la raza, hasta las sublimes creaciones artísticas y legados idiomáticos, pasan desapercibidos en generaciones completas. Hay mucho por hacer, por mostrar, por conservar, siendo esta responsabilidad primera de las autoridades.