La Seccional Colorada Nº 1 de Ciudad del Este fue en su momento uno de los locales de referencia en cuanto a actividades culturales y artísticas, aglomerando a miles de personas en sus instalaciones, así como el mayor centro de operaciones políticas de la ANR. Pese a ello, hoy en día se encuentra sumida en el abandono y el olvido, con una estructura prácticamente destruida e inservible, que sirve como refugio para adictos, trabajadores del sexo y ladrones de pequeña monta.
Si bien hace algunos años fue totalmente refaccionada bajo la administración de Roberto González Vaesken, con una inversión de unos G. 300 millones, con el paso de los años y los cambios de dirigentes, el predio quedó nuevamente sumido en el olvido y hoy no pasa de ser un verdadero monumento al desinterés y la desidia de sus dirigentes.
El actual presidente es Juan Marcel Pereira, alias “Juancito”, más conocido en el mundo farandulero por las polémicas de su vida privada, que por las actividades que realiza bajo su carácter de encargado de la seccional colorada más importante del Alto Paraná.
El terreno en sí estaría compuesto por unas 7 hectáreas, ubicado estratégicamente en pleno centro de Ciudad del Este. Pero hace bastante tiempo sus portones se encuentran cerrados y no se realizan actividades en el lugar. Si bien, parte del predio es utilizado como estacionamiento, tampoco se mantiene en las mejores condiciones.
Juan Pereira asumió el cargo en el año 2023 y en ese entonces recurrió a la escribana Gladys Frutos Cabral para dejar constancia del estado en que recibió las instalaciones de la Seccional Colorada, indicando que nadie sabía explicar qué sucedió con todo el dinero que ingresó por el cobro de los enormes carteles publicitarios instalados en el lugar, que costaban al año entre 25 y 40 millones de guaraníes durante la administración de Blas Darío Domínguez.
Hasta el medidor de energía eléctrica fue retirado por la Ande, ya que adeudaban más de G. 60 millones por el servicio, deuda que fue saldada por la actual administración. En el año 2021, vecinos del barrio Boquerón denunciaron a las autoridades de la seccional y al partido colorado, solicitando que se hagan cargo del lugar, pero hasta la fecha no se hizo nada. Los pobladores están cansados de la inseguridad reinante a causa de los adictos y marginales que se refugian en el lugar. Así también, solicitan mayor control de la Policía Nacional, ya que los robos son una constante en las inmediaciones.
El predio también fue objeto del saqueo de aires acondicionados, cables, muebles e incluso focos. Los sanitarios del lugar son inservibles y el olor nauseabundo se puede sentir incluso al pasar por la vereda.