
La supuesta vidente italiana Gisella Cardia, conocida por afirmar que una estatua de la Virgen María en Trevignano Romano derramaba lágrimas de sangre, podría enfrentar un juicio por fraude luego de que un análisis de ADN confirmara que la sangre encontrada en la imagen pertenece a ella.
Cardia, cuyo nombre real es Maria Giuseppa Scarpulla, es una figura controvertida en la comunidad católica de Italia, atrayendo a cientos de fieles con sus supuestas visiones y mensajes divinos. Sin embargo, tras una investigación impulsada por denuncias de fraude, las autoridades realizaron pruebas científicas que revelaron que la sangre en la estatua era de origen humano y correspondía al perfil genético de la propia Cardia.
Las acusaciones en su contra incluyen el uso de presuntos fenómenos sobrenaturales para obtener donaciones de sus seguidores, quienes aportaban dinero creyendo en la autenticidad de sus visiones. Según los fiscales, la vidente podría haber manipulado los eventos para sostener su influencia y recibir contribuciones económicas.
El caso ha generado un intenso debate en la comunidad religiosa y científica. Mientras algunos de sus seguidores siguen defendiendo la autenticidad de sus experiencias místicas, otros se sienten engañados y exigen justicia. La Iglesia Católica, que nunca respaldó oficialmente sus afirmaciones, ha mantenido una postura cautelosa ante el escándalo.
Si el proceso judicial avanza, Gisella Cardia podría enfrentarse a cargos de estafa agravada. Las autoridades continúan reuniendo pruebas y testimonios para determinar el alcance del presunto fraude.