
El gobernador del Alto Paraná, César “Landy” Torres, se escuda en su “apretada agenda” por lo que no está recibiendo a ningún dirigente colorado en su despacho y tampoco está accediendo a las requisitorias de la prensa. El jefe departamental simplemente se llama al silencio, cuando debería aclarar estos cuestionamientos que le hace una parte de la ciudadanía y una parte de sus correligionarios. La otra parte que no le critica se debe a que está desenchufada de la realidad departamental y nacional.
Torres Argüello llegó al poder generando muchas esperanzas en la ciudadanía que confío en su discurso y sobre todo en su trayectoria como intendente municipal de Santa Rita, pero muy pronto se le cayó la careta y se está mostrando tal cual es, según sus detractores. La mayoría de sus correligionarios, especialmente los que no son de su corriente interna dentro del Partido Colorado (Honor Colorado, liderado por Horacio Cartes), refieren que ni siquiera les atiende en su despacho y la excusa de sus colaboradores es que, si no está de viaje por Asunción, “está con muchas ocupaciones”, según las quejas.
Durante su campaña electoral, Torres prometió transparencia en su gestión, así como no cometer los mismos vicios de sus antecesores en el cargo. Sin embargo, por lo visto se le olvidó su promesa, porque ahora hace la misma cosa que los anteriores gobernadores, como no atender las llamadas, mensajes vía WhatsApp y tampoco atiende a las personas en su despacho, según sus correligionarios.
Existe un malestar muy alto por parte de un sector de la dirigencia de base, que desea hablar con el mismo respecto a que en su campaña electoral iba a potenciar a los referentes de las unidades partidarias, al tiempo de asegurar que las seccionales coloradas ya no permanecerían cerradas. Pero estas afirmaciones quedaron en el olvido. Si no le está respondiendo a la dirigencia de base, menos apoyará la apertura de las seccionales, señalan sus correligionarios.