Si bien esta situación ya no sorprende a los especialistas, debido al vertiginoso aumento del consumo de los cigarrillos electrónicos, enciende el debate sobre el consumo de los mismos, que cada vez afecta a más jóvenes e incluso, increíblemente a niños desde los 8 años de edad.
El Dr. Carlos Pallarolas, uno de los neumólogos más reconocidos de la zona, indicó que la situación solo tiende a empeorar, debido a que estos productos de apariencia inofensiva en realidad causan estragos irreparables. Indicó que no existe un tiempo de exposición a los químicos que puedan determinar la aparición de un cáncer, sino que se trata de la susceptibilidad de los pacientes. “No hay un tiempo determinado, algunos pueden presentar complicaciones en meses, años o tal vez nunca”, indicó.
Al hacer un comparativo entre el cigarrillo convencional y los electrónicos, los efectos y las consecuencias son los mismos, pero estos últimos, al tener una “presentación” más agradable, principalmente con los aromas, hace que el consumo sea mucho mayor y sin causar mucho rechazo de los no fumantes.
El profesional indicó que al ser un producto de buen aroma genera mayor consumo y adicción, pasando desapercibido la enorme cantidad de químicos que contienen. “Tienen un montón de productos químicos, varios de los cuales ni sabemos qué son. Uno de los errores más frecuentes es creer que se trata de vapor, pero no, son químicos fuertes que están metiendo cada vez más en sus cuerpos, en este caso hablamos de un producto químico que usan las baterías”, expresó.
Pese a que no existe un registro de la cantidad de pacientes que padecen de cáncer de boca, todo tiende a aumentar con el tiempo. “El uso del vape no se discrimina por edad y mucho menos clases sociales, cada vez los usuarios con más chicos, vimos casos de niños de 8 años que ya sufrían los efectos de estos químicos. Los estudiantes de los suburbios están dejando de comprar sus recreos para comprar un cigarrillo electrónico”, refirió el médico.
Pallarolas fue tajante al afirmar que se trata de una droga legal que es utilizada por niños y que en un futuro no muy lejano los casos de cáncer serán mucho más frecuentes. “Mientras los pacientes mueren de cáncer, las industrias tabacaleras están felices y hacen la fiesta, generando enormes ganancias a cuestas de la salud de nuestros chicos y jóvenes”, sentenció.
Esta es una realidad que en la actualidad afecta a miles de menores, cuyas familias no se percatan del uso debido al aroma que expiden, a diferencia del cigarrillo convencional, de olor desagradable y fácil percepción. “La única forma que vamos a evitar el desastre que tenemos en frente es no usando estos aparatos, no consumiendo estos productos de terribles efectos y consecuencias. La adicción que producen es terrible, al tener lindo olor todo parece inofensivo, pero los niños ya están sufriendo síndrome de abstinencia, se vuelven locos por la falta de la nicotina, que es una droga lícita”, finalizó.
