Los devotos de la Virgen de Caacupé que no pudieron llegar a la Villa Serrana participaron de la misa que se celebró ayer en la parroquia del barrio 23 de Octubre, donde se desarrolló previamente un novenario. El oficio religioso central estuvo a cargo del cura párroco Tranquilo Manfroi. La procesión de la imagen se hizo en las principales calles del barrio, pese a las malas condiciones del tiempo.
La serenata a la virgen se hizo en el salón parroquial, ya que el fin de semana hubo intensas precipitaciones, pero igualmente los feligreses estuvieron en gran número en todas las programaciones desarrolladas en el templo. Ayer cesó la lluvia y permitió que la imagen de la Virgen de Caacupé pueda recorrer en los alrededores de la parroquia, con el acompañamiento de una gran cantidad de fieles.
“Siempre vienen personas de barrios vecinos, de otras ciudades, quienes no pueden ir hasta Caacupé, llegan a nuestra parroquia para agradecer la intersección de la Virgen y en nuestra comunidad somos muy fieles a nuestra devoción mariana. Se viven momentos de mucha emoción en estas fechas”, expresó Marilina González, una de las servidoras de la parroquia.
La misa fue transmitida en vivo por la red social de la parroquia, donde mucha gente se conectó para escuchar la palabra de Dios, ya que poco después del inicio del oficio religioso, nuevamente se vino la lluvia sobre la capital del Alto Paraná. Esto no impidió que las demás programaciones en la iglesia se desarrollen sin inconvenientes.
NO BASTA SOLO CON LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN
El padre Manfroi dijo en su homilía que no basta solamente con la devoción a la Virgen, porque Dios espera de nosotros una disponibilidad activa, eliminando la violencia, la deshonestidad, la traición y otras malas acciones. María nos dice que debemos hacer la voluntad de Dios y debemos practicarlo de niños hasta ancianos.
“Dios espera de nosotros una disponibilidad total, no solo rezar y hablar, sino dejar que él esté en nuestras vidas a través de sus obras. Desde el bautismo somos hijos de Dios y debemos hacer lo que él espera de nosotros, porque él todos los días escribe una página de amor, gracias y bendiciones, y nosotros también debemos hacer lo nuestro”, expresó el sacerdote.
La misa central fue a las 09.00 y luego a las 19.00 se desarrolló la santa misa juvenil y otras actividades que fueron desarrolladas dentro del templo mariano del barrio 23 de Octubre. Algunas programaciones seguirán durante la semana, pues fueron pospuestas debido a la inclemencia del tiempo, según expresaron los organizadores.
ALTOPARANAENSES EN LA VILLA SERRANA
La fuerte lluvia que cayó en prácticamente todo el territorio nacional no fue impedimento para que los peregrinos lleguen hasta la Villa Serrana, entre ellos muchos devotos que partieron caminando, en bicicletas y en buses para llegar junto a la madre espiritual de los paraguayos para agradecer, pedir por la salud y por la familia, además de cumplir la promesa a la Virgen, donde cada uno experimentó una emoción indescriptible.
La misa central, que empezó a las 06.00, estuvo a cargo del monseñor Ricardo Valenzuela, quien pidió a los fieles avivar la fe y la esperanza de la mano de María. También abordó la gestión gubernamental e instó a las autoridades a tener una vida moral y una gestión transparente.