A casi dos meses del inicio del año lectivo, los niños de las escuelas públicas de Ñacunday siguen sin recibir el almuerzo escolar porque la comuna convocó en forma tardía a licitación pública. Hasta el momento, de acuerdo al portal de Contrataciones Públicas, solamente se sabe que está en “evaluación cerrada”. La provisión del alimento debe beneficiar a alumnos de dos escuelas del distrito.
La apertura de sobres fue el pasado 1 de abril y la única empresa que se presentó fue FASV Import Export, de la conocida seccionalera de Presidente Franco, Fátima Sartorio Vanni. La oferta presentada fue de poco más de G. 758 millones, lo que equivale a unos 13.500 de la moneda nacional, por cada ración.
Las escuelas beneficiadas son la N° 5490 “Virgen María Auxiliadora” de Chacore´i y la institución educativa N° 2025 “María Auxiliadora” de Agrotoro, totalizando 156 niños que esperan la provisión del alimento, siendo una zona bastante vulnerable, donde posiblemente sea el único alimento que reciban en el día.
La administración municipal de Rafael Ramírez hizo un llamado tardío para la provisión del almuerzo escolar bajo la modalidad plurianual (2024-2025), con recursos del Fonacide, para proveer la comida a los niños por 180 días (6 meses). Cuando las clases comenzaron en febrero, la municipalidad ni siquiera tenía preparada los documentos para la convocatoria a las empresas interesadas.
La provisión del almuerzo escolar debe incluir el alimento principal y un postre para cada estudiante. Hasta el momento, desde la DNCP, no se expidieron sobre el análisis de la oferta presentada. Mientras tanto los pequeños alumnos pasan hambre y permanecen expectantes a que el almuerzo sea servido en sus instituciones educativas.
SIEMPRE CON RETRASOS
No es la primera vez que el intendente Ramírez convoca a licitación pública en forma tardía. Para el periodo 2022- 2023, también se hizo el llamado varios meses después del inicio de clases. Con este tipo de situaciones, suman las falencias para la provisión de alimentos a los niños, porque no llegan para todas las escuelas del distrito. Los que reciben, lo tienen después de meses del inicio del año lectivo.
El almuerzo escolar es el “caballito de batalla” de los intendentes, junto a las obras y otras acciones con los recursos del Fonacide. En el periodo anterior se manejó un monto referencial de G. 512 millones, con un cálculo de G. 15 mil por cada ración, de acuerdo a los antecedentes.
Hasta el momento, ni el intendente ni sus asesores salieron a explicar los motivos de la demora y tampoco se comprometieron con la comunidades educativas de las zonas más alejadas del casco urbano de Ñacunday, quienes están expectantes a la provisión del alimento, que es vital para tener buenos resultados académicos.
De acuerdo a los informes de técnicos del Poder Ejecutivo, la Ley de Presupuestos de Gastos de la Nación obliga a contratar los servicios en septiembre del año anterior del calendario escolar, para que desde el primer día de clases ya se brinden los servicios.
Teniendo en cuenta que es un rubro muy sensible, la normativa no establece sanciones o impedimentos por el incumplimiento de lo establecido. Es por ello que las instituciones ni presentan los argumentos por sus desidias, como es el caso de Ñacunday.