Con 39 denuncias formales ante el Ministerio Público, todas por supuestos hechos de corrupción, el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto (Yo Creo), se sigue burlando de la ciudadanía y de la Justicia, ironizando en redes sociales la falta de firmeza de fiscales y jueces ante las acusaciones. El jefe comunal tiene sobre sus espaldas dos imputaciones y pedidos de prisión domiciliaria, que hasta el momento no fueron resueltas.
Con varias chicanas, hasta el momento Prieto logró frenar la orden de prisión que pesa sobre el mismo, ante sospechas que manoteó las arcas municipales en el caso Tía Chela y otros. Lo peor de todo es que, con la arrogancia que lo caracteriza, se burla de la ciudadanía y de toda la Justicia, en un intento de posicionarse como inocente y perseguido político. No es la primera vez que Prieto recurre a la ironía para intentar poner mal parado a los estamentos judiciales. Ya lo había hecho el pasado 12 de abril, cuando encabezó una manifestación frente al Ministerio Público de Ciudad del Este, junto con funcionarios, donde llevó 17 camiones con adornos navideños para burlarse de una denuncia presentada en su contra por el supuesto uso irregular de G. 2.000 millones en el proyecto “Navidad Sustentable”.
El jefe comunal tiene su propio público que lo aplaude y defiende en las redes sociales, de quienes se aprovecha abiertamente para dejar sentada su postura de que es inocente y que las denuncias no tienen asidero legal. Pero las denuncias en su contra son presentadas con un tendal de documentaciones que avalan las supuestas irregularidades cometidas bajo su administración. La denuncia con respecto a la “Navidad Sustentable” fue presentada por Julio López y los concejales municipales Ernesto Guerín y Jaime Méndez, el pasado 4 de abril. En la misma se atribuye a Prieto una supuesta lesión de confianza, asociación criminal, cohecho pasivo, declaración falsa, producción de documentos públicos de contenido falso y peculado por celebración indebida de negocios jurídicos.
Desde la semana pasada, Prieto desató una nueva modalidad para burlarse de la justicia. En un caso festejó con una torta la larga lista de denuncias de corrupción sobre su gestión. En otro, ensayó de vuelta una burla, en la que su contraparte lo trata de bandido, respondiendo el mismo con una sonrisa complaciente.
Prieto está denunciado por supuestamente desviar G. 311.580.000 (unos US$ 41.000), destinados a la financiación de alimentos para ollas populares. Las denuncias contra Prieto abarcan una variedad de alegatos, pero las más recientes y graves están relacionadas con el manejo irregular de fondos destinados a ollas populares, programas diseñados para ayudar a los sectores más vulnerables durante la crisis económica. Este hecho incluso trascendió la frontera con Argentina, ya que el Diario Clarín publicó ampliamente dicha denuncia.