
Distante a apenas 40 kilómetros de Ciudad del Este, el municipio de Yguazú se destaca por la gran cantidad de migrantes japoneses que residen en la comunidad, donde en la víspera se celebró la fiesta del Santo Patrono San José Esposo, con una variada feria de comidas japonesas y más de 600 estacas de asado en el tinglado parroquial de la zona.
Las actividades se iniciaron con la misa de acción de gracia seguida de la procesión junto a la imagen de San José recorriendo por la avenida principal de la zona, para finalmente culminar en el predio de la parroquia, donde se desarrolló el tradicional asado a la estaca y la feria de comidas típicas japonesas, organizada por la comunidad de migrantes.
El cura párroco de Yguazú, Fray Marcelo Leandro, indicó que se trata de una gran fiesta para toda la comunidad, que celebra feliz el día del Santo Patrono, que siempre intercede por todos. “La procesión contó con siete estaciones, donde destacamos las virtudes de San José Esposo, que debemos imitar y tener presente en nuestras vidas”, refirió.
El religioso indicó que si bien la organización de ambas actividades se realiza por separado, cada año es un éxito seguro, además de generar ingresos para el mantenimiento de la parroquia. “La organización del asado y el bingo corre por cuenta del consejo económico pastoral y la feria de comidas típicas japonesas queda a cargo de la comunidad japonesa y un porcentaje de las ganancias también destinan a la parroquia”, explicó.
Un total de 600 estacas fueron preparadas para la víspera, que llegando al medio día estaban prácticamente agotadas. La preparación de los mismos se realiza con varios días de anticipación e involucra a decenas de feligreses y colaboradores. “Todos los años se vende todo e incluso sobre la hora debemos comprar más carne para asar y responder a la alta demanda”, señaló.
Por su parte, Laura Fukui, de la Escuela de Educación Inicial Espíritu Santo, encargada de la organización de la tradicional fiesta de comida japonesa, explicó que la participación ciudadana fue más que satisfactoria, ya que todos los puntos de ventas lograron dar salida a los productos.
Durante la jornada, los visitantes pudieron disfrutar del yakitori, que son brochetas de pollo; yakisoba, uno de los platos más requeridos; y el takoiaki, consistente en una mescla de masa de harina con salsa; el fideo udón, sushi y una infinidad de opciones saladas y dulces. “Estamos hasta el mediodía, horario en que ya entran a remate y siempre todos terminamos la jornada muy contentos, es una tradición que traemos de varias generaciones”, acotó.
La jornada terminó con el tradicional bingo, donde familias enteras también pudieron disfrutar del asado a la estaca con la infaltable mandioca y variedad de ensaladas.