Un lamentable y hasta inhumano caso se dio ayer en el Hospital Regional de Ciudad del Este, donde falleció un pequeño de 5 años y los padres no pudieron retirar el cuerpo porque la médica que tenía que firmar el certificado de defunción olvidó su sello en su casa, en la ciudad de Hernandarias. Sin embargo, el director del centro asistencial dijo que la madre del menor no tenía su cédula de identidad y hasta que llevó el documento pasó bastante tiempo.
El pequeño Oscar Gabriel Casco Aranda debía ser trasladado al hospital pediátrico Acosta Ñu, por complicaciones en un cuadro febril, diarrea abundante y fuertes dolores abdominales. La madre Antonia Aranda, dijo que el niño iba a ser intubado para el traslado porque tuvo un paro cardiaco y no lograron reanimarlo, según le dijeron los médicos del centro asistencial.
Admitió, sin embargo, que llevó a su pequeño a consultar recién el lunes en horas de la noche, luego de varios días de presentar las dolencias y de tratarlo en su casa, en el Km 15 Acaray de Minga Guazú. Los padres del niño no mencionaron ninguna negligencia médica en el tratamiento, sino la falta de seriedad y humanidad de la doctora Dilma Jara, quien los hizo esperar por horas porque olvidó su sello que debería impregnar en el certificado de defunción.
Consultado sobre el tema, el doctor Federico Schrodel dijo que la mamá del niño fue al hospital sin su cédula de identidad y que se puso muy molesta cuando le dijeron que sin ese documento no le entregarían el cuerpo de su hijo. Finalmente, entendió y llevó su documento para hacer los trámites.
Lo cierto es que con ambos argumentos hay falencias lamentables que impidieron un pronto despacho de un óbito pediátrico, lo que generó una verdadera controversia en los pasillos del centro asistencial público de cabecera.