
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó de “bueno” para su país que Donald Trump no aplicara aranceles recíprocos como hizo con decenas de naciones. Pero la realidad es que Estados Unidos ya aplica tarifas a los productos mexicanos que no están contemplados en el acuerdo de libre comercio, a los autos, al acero y al aluminio. Esto es casi el 50% de las exportaciones mexicanas a su vecino del norte.
México es uno de los países más vulnerables a los aranceles del gobierno de Donald Trump, ya que Estados Unidos es el destino del 80% de sus exportaciones y su mayor socio comercial, gracias al tratado de libre comercio T-MEC.
“Eso es bueno para el país”, dijo Sheinbaum en una rueda de prensa al referirse a la decisión de Trump de no aplicar aranceles recíprocos a México. Según la presidenta, la decisión obedece a “la buena relación” que ha construido con la administración Trump.
“En el caso de México no hay aranceles adicionales, tampoco a Canadá, aunque en el caso de Canadá hacen algunas especificaciones, y eso es bueno para el país, aunque algunos no quieran reconocerlo, tiene que ver con la buena relación que hemos construido con el Gobierno de los Estados Unidos”, expresó en su conferencia matutina.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dijo que el tratado de libre comercio “se mantiene”, lo que calificó como un “logro mayor” en un nuevo orden comercial “fundado en tarifas”.
Ahora el gobierno mexicano estará concentrado en obtener “las mejores condiciones” en los aranceles que Trump anunció a los automóviles, al acero y al aluminio, agregó el funcionario.
“La meta nuestra en los próximos 40 días es lograr las mejores condiciones del mundo en la industria automotriz, lo mismo para el acero y el aluminio”, subrayó Ebrard.
Tras su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump amenazó a México y Canadá con aranceles de 25%, en represalia por supuestamente permitir el tráfico de drogas y de migrantes indocumentados a su territorio.