
Un motochorro simuló ser cliente de una bodega y junto con su cómplice intentaron asaltar el local, pero la víctima pidió auxilio y ambos tuvieron que huir a bordo de una motocicleta que se descompuso por el camino. La Policía Nacional fue alertada del intento de asalto y consiguió aprehender a uno de los delincuentes que tenía en su poder un arma de fuego tipo mini Uzi, pero de juguete. El hecho se registró a las 3:00 del domingo, sobre la Av. Fulgencio Yegros del barrio Ciudad Nueva.
El denunciante Hugo Danny Ayala Duarte (44) manifestó a las uniformados que su esposa Norma Figueredo Barrios (51) se encontraba atendiendo en la bodega denominada Normita Bebidas, cuando llegaron dos sujetos a bordo de una motocicleta simulando ser clientes. Posteriormente uno de ellos extrajo un arma de fuego y dio voz de asalto a su mujer, exigiendo la entrega de la recaudación. Pero su pareja pidió auxilio y reaccionó contra los asaltantes al percatarse que su arma era de juguete. Los bandidos al darse cuenta de que fueron descubiertos se dieron a la fuga. Ayala Duarte los persiguió y a cinco cuadras de local los asaltantes abandonaron una motocicleta Leopard 125cc, color negro, que sufrió un desperfecto mecánico.

El dueño de la bodega avisó a los agentes del Destacamento Policial Nº 1, bridando las características de los bandidos. Los uniformados realizaron un rastrillaje por la zona y frente a una estación de servicios encontraron a uno de los hombres. El sospechoso intentó correr, pero fue reducido. Se trata de Leodán Quintana Brítez (22), que tenía en su cintura la réplica de la metralleta Mini Uzi que fue usada para el atraco. Su cómplice Bruno Esteban Núñez Ojeda (22) logró escapar, pero fue plenamente identificado por la Policía.
El detenido y las evidencias quedaron a cargo de la unidad fiscal de turno, mientras continúan las diligencias para detener al otro delincuente que se encuentra prófugo.

BLANCO PREFERIDO DE LOS BANDIDOS
Debido a que operan en horas de la noche, las bodegas se han convertido en el blanco perfecto para los delincuentes que actúan con absoluta tranquilidad ante los nulos controles de los organismos de seguridad.