
Una mujer, cuya identidad se mantiene en resguardo, denunció públicamente a su expareja, Roberto Agura Sonoga, residente en el Km 42 de Yguazú, acusándolo de abuso de influencia y maniobras judiciales para impedirle ver a su hija.
Según su relato, el denunciado pasó tres años sin cumplir con la prestación alimentaria y, tras saldar una deuda de 18 millones de guaraníes, reaccionó denunciándola por supuesta violencia. La mujer afirma que, a raíz de esta denuncia, perdió su vivienda en alquiler y, al acercarse a la casa de su expareja para pedir ayuda, este llamó a la policía.
En ese momento, según la denunciante, fue agredida por agentes policiales, quienes la golpearon en la cabeza y la sujetaron con fuerza. Posteriormente, fue detenida y pasó una semana en la Comisaría de Mujeres antes de ser trasladada a la Cárcel de Mujeres, donde estuvo dos meses privada de libertad.
La madre exige que le devuelvan la custodia de su hija. Explica que en diciembre del año pasado se dictó una sentencia definitiva a cargo de la jueza Delsy Cardozo, en la que se rechazó su solicitud de régimen de convivencia, limitándola a una visita semanal. Denuncia que el fiscal de Yguazú la imputó con la intención de quitarle a su hija y que ahora la menor vive con su padre y su abuela, quien presuntamente la maltrata. Entre los casos de abuso menciona que la niña sufrió una agresión en la que le arrancaron una uña.
«No puedo creer que me hagan esto. La jueza ni siquiera quiso recibirme. Pedí pasar la Navidad con mi hija, pero me lo negaron. Le compré ropa y regalos, pero no le permitieron estar conmigo. Hace más de un mes y medio que no la veo», lamentó la madre.
La mujer no cuenta con los recursos económicos para apelar la resolución y afirma que su abogada defensora pública la desacredita constantemente. Además, teme acercarse a Yguazú, ya que, según dice, cada vez que lo hace, la policía la detiene nuevamente. Expresa su angustia porque presuntamente la familia paterna de la menor tiene intenciones de llevarla a Japón, lo que aumentaría aún más su desesperación.