El Día de la Madre no es una celebración especial para todos, para muchos, la fecha trae nostalgia y no siempre los mejores recuerdos. Estos son los sentimientos encontrados de muchos menores que sufrieron maltrato severo o la falta del deber del cuidado y, que por orden judicial, fueron derivados a algún albergue. En el Hogar Infantil Santa Elena, reciben mucho más de lo que podían imaginar, por sobre todo amor. Esta fecha tan significativa del calendario, es dolorosa para muchos debido al ausentismo marcado.
La ilusión de muchos niños es volver a unir a sus familias. Esto tras un largo proceso de terapias, ya que llegan con muchos traumas. En el Hogar Infantil Santa Elena, de Ciudad del Este, los menores reciben asistencia integral con un equipo multidisciplinario, para que recuperen su autoestima y estén listos en ocasión de regresar a sus hogares, si las condiciones así lo permiten, explicó María Elena Tindel Brítez, fundadora y directora del HISE.
“Desde que ingresan tienen acompañamiento espiritual y psicológico, porque muchos vienen con mucho dolor y rencor. Entonces trabajamos muchísimo lo que es el perdón, la comprensión y en la esperanza de que un día estarán nuevamente todos juntos. Tienen la ilusión de ser ellos los que consigan la unión de sus familias”, explica Tindel.
“NI UNA MADRE VIENE A VER A SU HIJO”
El hogar busca que el Día de la Madre pueda desarrollarse con normalidad, pero es una misión que les toca profundamente. El ausentismo de las madres es total. El amor que los niños reciben lo retribuyen a la directora, en quien encuentran la figura materna.
“No hay una sola mamá, abuela, ni tía, no vienen a verlos, nadie se acuerda de ellos en el Día de la Madre, en la Navidad y en Año Nuevo, estas fechas me suele forzar demasiado”, declara totalmente quebrada. “En la escuela nosotras acudimos para recibir el homenaje de los niños. Soy bendecida, hacen carteles, cartas y regalos personalizados. Recibo todo de ellos, me duele mucho. Todos tienen el deseo de algún día estar bien con su mamá”.
PESE AL SUFRIMIENTO, TODAVÍA PIENSA EN SU MADRE
El caso de un niño que llegó al albergue con 10 años y llevó 4 años para reponerse de los maltratos recibidos de su madre, no deja de asombrar por sus aristas. El menor tenía muchas dificultades para perdonar lo que vivió, cuando finalmente sanó, expresó su deseo de reincorporarse a su familia, de volver con su madre.
Se hizo con el protocolo correspondiente, pero en 7 meses, el menor nuevamente estaba en situación de calle. Se constató que hubo reincidencia de los hechos de violencia por parte de la madre. Entonces el adolescente pidió volver al albergue, donde ya era reconocido por muchos logros académicos, artísticos y deportivos.
A su regreso, se reinició el trabajo de sanar sus heridas. Asombra su pensamiento, aun con toda la mala experiencia sufrida en manos de su progenitora. El joven manifestó su deseo de estudiar y lograr comprar una vivienda para su madre, como agradecimiento por darle la vida.
Visiblemente emocionada, María Elena sostuvo que esta es la prueba de que ya sanó. “Con todo lo que sufrió y pasando por dos etapas de recuperación, él tiene el mejor deseo para su madre. Quiere ser ingeniero electromecánico, regalarle una casita, diciéndole ‘gracias mamá por darme la vida’. Lamentablemente ella es alcohólica, debería estar tratándose para reanudar una nueva vida. Su hijo logró, ella también debe hacerlo”.
El menor tiene actualmente 16 años y es un ejemplo de superación. “Bien que podría ser nomás ya un rebelde intratable. Pero no, él es uno de nuestros niños destacados”.
AUMENTO DE CASOS
Siguen en aumento los casos de menores derivados al albergue en condiciones de vulnerabilidad. “La sociedad está cada vez peor, son casos muy fuertes, es por esa razón que los niños son restados. El deseo que tenemos es que menos niños sufran, pero lamentablemente a diario se sabe de más y más casos”.
“OPERACIÓN SONRISA”
En una nueva acción por el bienestar y en un trabajo en conjunto con la Fundación Operación Sonrisa Paraguay, en la víspera una menor del HISE, ingresó a cirugía para revertir el cuadro de paladar hendido. Esta situación afectaba en demasía a la niña de 9 años, que no está escolarizada y sufría bullying.
La pequeña ingresó la sala quirúrgica con un poco de temor, pero con la esperanza de tener una mejor calidad de vida. La intervención fue exitosa, ahora sigue la etapa de recuperación. “Conversamos con ella, ella tiene toda la información y a pesar del miedo, quería hacer, porque sabe todo lo que esta cirugía le va a beneficiar”, cuenta Tindel.
Lo primero, que es fundamental, es la escolarización. “Su caso de total abandono en el que vivía, era lamentable. Ella con 9 años, no sabe escribir, no sabe leer. Sufría mucho bullying en todo su entorno. Una vez recuperada, iniciará su actividad académica escolar. La cirugía le cambia totalmente la vida”.
La directora agradeció la rápida respuesta y estupenda atención recibida de los médicos de la citada organización. Recordó que esta es la tercera cirugía solicitada al equipo. “Todo fue muy rápido, desde la primera consulta. Saltamos de alegría. Las primeras que hicimos aquí fueron en el 2014 y en el 2024”.
EVENTO BENÉFICO
Los niños participan de varios eventos en disciplinas artísticas y deportivas, se destacan a nivel departamental, nacional e internacional. Para los próximos viajes a Brasil y Argentina, se necesitan recursos, por lo que el hogar organiza una cena benéfica con show en vivo de grupos como LeCumbie y Los Kalas. Será el 16 de mayo en el Club Social Área 1 de Ciudad del Este. Se espera la participación de la ciudadanía para disfrutar de los atractivos y a la vez apoyar la actividad de los pequeños. Las adhesiones están en venta, se realiza con anticipación para prever cantidad de alimentos a ser preparados.
Son varios proyectos y acciones que reciben el acompañamiento de la ciudadanía y de empresas. Los pequeños del HISE son unos vencedores de la vida y merecen ser retribuidos.
